En Neuquén, el Ruprovi tiene una alta demanda de vivienda. El último censo indica que son casi 50.000 familias las que alquilan o viven en casa de parientes. Para los funcionarios el déficit bajó.
Neuquén > Pese a los créditos hipotecarios y a los nuevos planes de viviendas construidos, más de 21 mil personas están inscriptas en el Registro Único Provincial de Vivienda y Hábitat en espera de una casa. Para las autoridades provinciales se ha superado una gran parte del déficit habitacional mediante la construcción de casas y la regularización de tomas.
La problemática de la falta de viviendas en la provincia y especialmente en la capital de Neuquén llegó a un punto crítico cuando las tomas de terrenos se propagaron por la ciudad. En 2008 se estimaba que se necesitaban en 40 mil viviendas, aunque nunca se conoció un número exacto. El Censo 2010 determinó que hay más de 49 mil hogares sin casa propia –es decir lugares alquilados o prestados-, de las cuales 7.519 son casillas, ranchos o piezas construidas.
Para las autoridades provinciales el panorama cambió en los últimos años gracias al acceso a créditos para la construcción como Procrear, la terminación de seis mil viviendas, la adjudicación de lotes para la autoconstrucción y la regularización de tomas.
Los nuevo créditos lanzados por el gobierno nacional siguen avanzando a buen ritmo. En Neuquén esperan un nuevo sorteo de préstamos que le permitirán a quienes tienen un terreno poder construir su vivienda (ver aparte).
Acceso
“Hay una seria limitación al acceso a la tierra, este es el problema que tiene Neuquén capital”, sostuvo Rodolfo Kaiser, presidente del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU). “Los terrenos cuestan más de 50 mil dólares, por eso lo que estamos tratando es de incorporar al ejido urbano extensiones y poner en valor de tierra urbanizable”, declaró.
En este sentido, el titular del organismo explicó que a la construcción de planes de vivienda decidieron sumar loteos incorporando terrenos de la barda. Se trata de lotes con servicios y plateas incluidos que son entregados para la autoconstrucción. El funcionario indicó que bajo esta modalidad se entregaron 484 lotes en Cuenca XVI.
“La problemática de vivienda no empieza y termina sólo en la casa construida. Hay una serie de tareas que es lo que debiera hacer un Instituto de Vivienda y Desarrollo Urbano. Desde el Estado neuquino se ha dado una batería de posibilidades como la regularización de tomas”, sostuvo Kaiser.
En cuanto a nuevos planes de vivienda, en los últimos seis años se construyeron cerca de seis mil casas mediante fondos aportados por Nación y los propios de la ADUS y se planean unas 1.400 más. Sin embargo, la demanda en el Ruprovi asciende a 21.284 personas.
La posible liberación de unos 9.000 terrenos en la zona de meseta, Valentina Norte y Sur y el barrio Confluencia serían determinantes para comenzar a paliar el déficit. No obstante, la comisión que elabora el Plan Urbano Ambiental todavía tiene en estudio el trabajo para cambiar el plan de desarrollo urbanístico previsto de Neuquén para los próximos 30 años.
Desinversión
Si bien las proyecciones de nuevas obras no alcanzan para paliar el déficit local, para Kaiser es necesario superar la falta de inversiones en vivienda causada por el retiro del Estado durante la década del 90.
“Hubo una desinversión durante diez años en viviendas de interés social. Ha habido un avance en cubrir este déficit. Falta mucho por hacer, pero mucha gente vio cubiertas sus expectativas”, opinó.
Otra variable que influyó en el crecimiento del déficit habitacional es la creciente población que llega a la región, cifra que también se ve reflejada en el Ruprovi donde el 60 por ciento de quienes quieren acceder a una casa no cumple con los cinco años de residencia que se requieren.
“Construir una vivienda tarda cerca de 14 meses, en ese tiempo en Neuquén entran muchas familias. Por otro lado, las familias nativas tienen hijos que se casan y nuevamente se genera un nuevo núcleo”, consideró el funcionario.