Pertenecer es lo único que importa. Eso es lo que habrán pensado siete adolescentes de Bothell, Washington, que se sometieron a un brutal rito de iniciación para formar parte de un exclusivo club de la escuela Inglemoor.

Los jóvenes fueron vendados y conducidos a un área boscosa. Allí, fueron golpeados con palos de golf, quemados y hasta orinados.
Sin embargo, no se han presentado cargos. La oficina del comisario del condado de Snohomish le dijo a CNN que “ninguno de los siete jóvenes está cooperando con la policía”. Según testimonios, las víctimas “habrían aceptado someterse al violento rito”.
Los agresores ya se han graduado y tienen prohibido regresar a la escuela y asistir a los eventos deportivos.
Las autoridades de Inglemoor, en tanto, decidieron que no habrá “Naked Viks” el año que viene.