Luis Sánchez, titular de la CND, redobla la apuesta. A full en su nuevo rol, piensa en las elecciones 2015.
Sebastián Busader sbusader@rionegro.com.ar
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Se trataría de un hecho inédito. Que actores vinculados al deporte funden una partido político para, desde ámbitos del poder, conseguir lo que desde afuera "es imposible". Sánchez dice y repite que la única forma de "cambiar la concepción y la realidad del deporte neuquino es influyendo en las políticas estatales y cambiando las leyes". Su proyecto por estos días suena ambicioso, osado incluso, pero quienes lo conocen saben que Sánchez tienen poco de ingenuo, que conoce las estructuras del Estado (es empleado de la provincia hace muchos años, fue director general del ministerio de Gobierno y Justicia y subsecretario de Deportes) y también la manera de funcionar de los "aparatos" (es afiliado al MPN y trabajó en muchas elecciones).
En Neuquén el deporte ni siquiera forma parte de los discursos de campaña. Más del 80% del presupuesto de la cartera va a parar a salarios, no hay dinero para ejecutar programas e incluso el anterior subsecretario, Sergio Luscher, renunció hace varios meses y nadie lo reemplazó. A la vez, son varias las federaciones que están desactivadas y la Confederación se transformó, en los últimos años, en el emblema de la corrupción, al menos en este ámbito. Tanto, que hubo una defraudación, que dos dirigentes fueron juzgados (Aldo Gentile y Andrés Maripe) y que hay cuentas embargadas, medio millón de pesos de embargo y juicios ejecutivos contra la entidad por unos 800 mil pesos. Sánchez venció en la asamblea de renovación de autoridades a Ricardo Dougall y deberá hacerse cargo de lavar la imagen de esa institución.
"Lo primero que hicimos fue ser inclusivos, darle la chance a las federaciones que están funcionando para que participen. Hay que cambiar los estatutos, que son obsoletos y después comenzar con una dura negociación con los acreedores. Pero ojo, no vamos a negociar con todos iguales. Porque los que prestaron un servicio o vendieron algo a la Confederación merecen cobrar y tenemos que responder. Pero hay otros (se refiere a Miguel Gaab y Guillermo Scarfi, implicados y luego absueltos en el juicio) que hicieron operatorias con cheques, estaban involucrados y la negociación tiene que ser diferente".
-¿Diferente en qué sentido?
-Se probó que no vendieron nada, que fue un cambio de cheque. Como mínimo, deberán bajar las pretensiones económicas. Además, la Confederación le iniciará juicio civil a Gentile, Maripe y a (Rubén) Álvarez (secretario y denunciante), porque eran los que firmaban los cheques.
-La CND era un 'pasadero' de dinero nada más. ¿Cuál debería ser su función?
-Primero hay que lavarle la cara, arreglar el edificio, terminar los albergues (serán 40, una muy buena entrada de dinero), hacer un inventario, reclamar toda la información de las federaciones. Vamos a firmar un acuerdo con la fundación Cristiana de José Luis Lozano para dictar capacitaciones con validación de Eduación (entre ellas, la carrera terciaria del dirigente deportivo), modificar estatutos y a estrechar lazos con los municipios, el Enard y el Comité Olímpico.
-Ambicioso para una entidad manchada y detenida.
-Tenemos que generar un movimiento desde las capacitaciones y las actividades de cada federación que nos permite en cierto momento influir en las políticas deportivas. La CND tiene que ser esa herramienta.
-¿Sin fondos del Estado?
-No hay que ser 'estadodependientes'. Hay que ir en busca de los aportes privados, pero brindando servicios, posibilidades. Y para nosotros terminar los albergues (necesita unos 300.000 pesos) es clave, porque serán un interesante ingreso mensual.
-Los privados, en general, no acompañan al deporte.
-Pero nosotros conocemos las falencias de los que no consiguen seducir a los privados. Hay que armar un buen proyecto y además la CND tiene múltiples posibilidades porque nuclea muchos deportes. Hay que modificar las leyes, porque acá está repleto de grandes empresas que no dejan nada para el deporte.
-Ni siquiera los candidatos hablan de deporte.
-Es que no les interesa. Muchos de los que gobiernan tomaron su decisión política, hidrocarburífera, de obra pública para el caso, y decidieron estar lejos de la gente. Políticas alejadas de la cultura, la salud, el deporte, la educación, los planes sociales...
Aquí es cuando Sánchez comienza a hablar como candidato. Cuando dice que se arrepiente por haber aceptado ser subsecretario - "la única mancha que tengo"-, cuando reconoce que tiene ambiciones de poder, cuando jura que quiere "dejar algo" para el deporte, cuando entiende que desde su futuro partido vecinal tiene tiempo para instalar su imagen hacia 2015 (¿para intendente?).
Saca cuentas, elucubra los movimientos que harán Jorge Sapag, Pechi Quiroga, Mercedes Lamarca y otros candidatos. Dice que irá a "fondo", que quiere "mover el iceberg" aunque sabe que el de la política se mueve un centímetro cada 100 años. Sueña con un ente autárquico que administre dineros y políticas del estado sin "estar contaminado", que haga inversiones en infraestructura deportiva.
¿Ambicioso? ¿Idealista? ¿Loco? ¿Traidor? Recibirá esos calificativos y más. Lo sabe. Pero no deja de ser una idea inédita esto de armar un partido político con actores del deporte. "Que el deporte logre influenciar en la política porque se cansó de esperar de la política. Porque hoy la política carece de todos los valores que tiene el deporte".