Chile denunció que “movimientos argentinos” prestan apoyo en los disturbios estudiantiles
El gobierno de Piñera sostuvo que piqueteros argentinos participan en la coordinación de “encapuchados” que atentan contra el “orden público”.
El gobierno chileno denunció que “movimientos argentinos” apoyan a grupos de “encapuchados” que atentan contra el “orden público” del país vecino al generar disturbios y “distraer” así “la acción de la Policía” durante las protestas sociales contra la administración de Sebastián Piñera.
“Existe una organización que los coordina: una preparación mayor de lo que aparece a primera vista en el sentido de que es una organización similar a la que originariamente fueron los piqueteros de Argentina. Ellos tienen apoyo desde movimientos argentinos, de gente con organización”, enfatizó el secretario General de Gobierno de Chile, Andrés Chadwick Piñera.
El funcionario, primo hermano del presidente del país trasandino, completó: “Vemos que están haciendo cosas siempre en distintos lugares a efectos de distraer la acción de la Policía”.
Chadwick Piñera agregó que la administración chilena afronta “una tarea que no es fácil: los encapuchados actúan dentro de movilizaciones y es difícil tomarlos dentro de multitudes, porque pueden lamentarse situaciones peores”.
No obstante, aseguró que “Carabineros está adecuando sus planes y acciones”, al tiempo que advirtió: “Vamos a respaldar a Carabineros porque nuestra responsabilidad es mantener el orden público”.
El funcionario efectuó estas declaraciones en una entrevista concedida al programa Tolerancia Cero del canal Chilevisión, que fueron reproducidas hoy por otros medios de comunicación del país vecino.
Los dirigentes estudiantiles integran el principal grupo de rechazo a la gestión de Piñera, cuya rotunda negativa a otorgar educación pública gratuita reavivó las movilizaciones que los alumnos efectúan desde hace más de cinco meses.
En tanto, persiste en el Congreso la discusión del proyecto de Presupuesto 2012 debido a que, entre otras cuestiones, los legisladores más alineados con el Poder Ejecutivo se resisten a aprobar un aumento de partidas para la educación pública, contra lo que promueven sus pares de la oposición y algunos oficialistas.