Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

Aseguran que las cenizas no afectaron a los peces de la región

Expertos de Parques Nacionales, la Universidad del Comahue, el CONICET, y miembros de diversas asociaciones de pesca, realizaron un completo informe que descarta cualquier tipo de afectación importante en los peces de la zona. A pocos días de comenzar la temporada de pesca, mitos y realidades del efecto de las cenizas sobre la fauna ictícola.

Expertos pertenecientes a la Administración de Parques Nacionales, la Universidad del Comahue, el CONICET y de las asociaciones de guías de pesca de la región, se reunieron para evaluar cuales son los mitos y realidades acerca de la afectación de los peces tras la erupción del sistema volcánico Puyehue Cordón Caulle.


En este sentido, los doctores Leonardo Buria (Administración de Parques Nacionales) y Pablo Vigliano (Universidad Nacional del Comahue), coinciden que los posibles efectos de la ceniza sobre los peces dependen de la cantidad y características del material que cae en un sitio determinado. De esta manera, las zonas cercanas al punto de erupción y bajo influencia directa del viento recibirán cantidades mayores de material que sitios alejados y así los eventuales efectos son diferentes.

“Si consideramos la cabecera de la gran cuenca del río Limay y la ceniza caída en sus distintos sectores, vemos que los ambientes cercanos al volcán (ej. Brazo Rincón del Lago Nahuel Huapi y Lago Espejo) han sido más afectados que otros sectores y ambientes cercanos donde llegó menos material volcánico. Este patrón se ve claramente también en los arroyos, donde el efecto de las cenizas disminuye rápidamente hacia el Este y Sur de la cuenca”, dicen los expertos en su informe final.

La situación descripta entre sectores de la misma cuenca implica una disminución de los impactos sobre los peces que, por su alta movilidad, se desplazan y alejan temporalmente de los sitios más afectados a ambientes más estables y menos comprometidos. “La ausencia de mortalidades masivas de peces en la alta cuenca y aun en los sitios más afectados luego de la caída de cenizas apoya lo mencionado. Adicionalmente, distintos análisis de muestras de peces de varios sitios de la cuenca indican que los mismos se encuentran en muy buen estado sanitario”, dicen en el escrito.

En cuanto a los posibles efectos en la producción de nuevas generaciones de peces, los científicos coinciden nuevamente en el efecto diferencial sobre toda la cuenca. “Dado que los salmónidos de la alta cuenca no muestran fidelidad a determinados arroyos y que existe un conjunto común de especies, cabe esperar que los sitios más afectados no sean utilizados para la reproducción esta temporada y los peces desoven en sitios alternativos. Por otra parte la eventual pérdida de ejemplares (por migración o muertes) en los ambientes más afectados será compensada por repoblamiento desde lagos y ríos de mayor caudal que pertenecen a la cuenca”, dicen los expertos. Y agregan, “ Algunas notas han enfatizado la necesidad de comenzar a sembrar salmónidos en forma urgente para “reparar el supuesto daño”. Sin embargo no consideran que si hubiera habido efectos negativos en determinados ambientes sobre los peces también debería esperarse un impacto aun más severo sobre los invertebrados de los que dependen para alimentarse (por su mayor susceptibilidad y menor capacidad de migración). Entonces, ¿qué sentido tendría sembrar juveniles si no hay alimento para ellos? Además los peces sembrados competirían por el alimento con los que hubiera en el ambiente con consecuencias negativas para ambos grupos de peces”.

Un aspecto importante a considerar es que pescas de monitoreo realizadas por los involucrados en el estudio, puso en evidencia la presencia de peces saludables en diversos estadios de reproducción en lagos, y ríos de la zona. Incluso en áreas muy afectadas de la región.
También se observó que algunos de los principales sitios de desove del río Limay y de arroyos de la cuenca no se vieron mayormente afectados, comprobándose la presencia de una nutrida población de peces.

El agua

“Durante los múltiples análisis de muestras de agua desde el inicio de la caída de cenizas, no se registraron cambios significativos en los principales parámetros químicos y físicos que pueden afectar a los peces. Es decir que los efectos negativos principales de las cenizas se pueden relacionar con su presencia física y no con otros elementos que ellas pueden acarrear y eventualmente depositar en el agua. Esto apoya los resultados de las prospecciones que no han demostrado la existencia de mortandades masivas que se podrían asociar a cambios bruscos de las condiciones del agua. Esta situación difiere de lo observado en varios ríos de Chile cercanos al volcán donde se produjo un gran incremento de la temperatura del agua -más de 20º en algunos casos- que provocó importantes mortalidades de peces”, detalla el informe.

Efectos a mediano y largo plazo

Una de las principales modificaciones en los lagos se halla relacionada con las cenizas depositadas en la superficie de los espejos de agua, ya que una parte de este material volcánico flota y es eventualmente arrastrado o depositado en las orillas.

Según explican los expertos, otra importante fracción se sedimenta en el fondo y una tercera parte del material entra en suspensión y tardará un tiempo considerable en sedimentarse. Esta última es la responsable del cambio de coloración y de la disminución de la transparencia del agua, lo que puede tener como principal efecto biológico una disminución de la producción del fitoplancton.

“Este grupo de organismos es el alimento de base de toda la cadena alimentaria. Es decir es el alimento de los invertebrados y peces pequeños de los que a su vez se alimentan los grandes peces (truchas y percas). Por lo tanto si se mantiene mucho tiempo el sedimento en el agua podría disminuir la producción de fitoplancton afectando a mediano y largo plazo a toda la cadena alimentaria y disminuyendo la abundancia o la condición de los peces. Sin embargo, también hay que considerar que las cenizas volcánicas pueden tener un efecto inverso (fertilizador), por el cual la producción del fitoplancton se puede ver aumentada. De esta forma en varios lagos del hemisferio norte se ha visto un incremento de todos los grupos en años posteriores a erupciones volcánicas, generando aumentos del número y tamaño de algunas especies de peces de valor deportivo”.

En relación a los ríos y arroyos el efecto primario negativo sobre los organismos dependerá del continuo arrastre y deposición de cenizas en los fondos. De esta forma la taza de depósito, los volúmenes de ceniza, la velocidad de la corriente, tamaño del cauce, así como la distancia y localización con respecto al centro de emisión, serán importantes para atenuar o no el efecto de la ceniza en estos ambientes. Es esperable que en las inmediaciones al sitio de emisión del volcán, los ríos y arroyos menores se despueblen temporalmente por migración de peces hasta que los volúmenes de material arrastrado sean menores. También se puede observar en algunos arroyos una aparente merma en las abundancias de algas e invertebrados.

“Aunque esto fuese así, es esperable una rápida recuperación de las poblaciones de algas e invertebrados en los arroyos ni bien disminuya el arrastre y el depósito de material con la consecuente recuperación también de las poblaciones de peces”, detalla el informe confeccionados por los doctores Buria y Vigliano.

“Tanto los peces nativos como los introducidos en la Patagonia han evolucionado en contextos geológicos donde sus antepasados han sido sometidos en múltiples ocasiones a este tipo de episodios. Es por eso que cabe esperar que cualquiera haya sido el efecto sobre los mismos, eventualmente se recuperen naturalmente, máxime teniendo en cuenta como ya se mencionó que el efecto mayor es sobre una porción de la cuenca”, agregan los científicos.

Por último concluyen, “En base a este informe, es claro que los efectos de esta erupción sobre las poblaciones de peces no representan un fenómeno puntual en la región y que, si bien se puede extender en el tiempo, no se puede predecir en este momento el impacto global -positivo o negativo- para la conservación y las pesquerías. Es por eso que no se deberían implementar supuestas medidas de recuperación de las poblaciones de peces sin que se completen los estudios pertinentes sobre el estado actual y evolución futura de las poblaciones. La implementación de medidas de este tipo tomadas sin evaluación pueden ser contraproducentes para el ambiente y las poblaciones de peces afectando gravemente las pesquerías recreacionales”.