Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

Te investigo primero, después me caso

Jóvenes profesionales en busca de seguridad: antes de firmar algo o de pasar por el altar, llaman a investigadores privados para que indaguen aspectos personales, familiares y financieros de su pareja. Un escenario que va al alza.

"Sabemos que los hombres son mentirosos, pero hay algunos que se pasan de la raya", lanza de entrada Jorge Vargas, dueño de la agencia El Investigador Privado. Así da pie a un caso reciente para el que fue contactado. Claudia (nombre cambiado a pedido del investigador) conoció a Pablo en un pub de Vitacura. Pololearon casi dos años y cuando fijaron fecha para casarse, sus padres tenían tantas dudas sobre él que la convencieron de contratar a un investigador privado. Ella, de 32 años, trabajaba como ejecutiva en un banco y él, se suponía, era dueño de una oficina de contabilidad. Los resultados de la investigación dijeron otra cosa: era un empleado más. "Se le cayó la cara cuando le entregué la noticia", recuerda Vargas. No terminó ahí la cosa: sus padres la acompañaron a la oficina del investigador y al escuchar los detalles, la hundieron aún más con las típicas frases: "Te dije", "te lo advertí" y "tenías que fijarte más".

Si hace algunos años los investigadores privados tenían como uno de sus principales encargos descubrir posibles casos de infidelidad en el matrimonio, en el último lustro se ha instalado con fuerza en su agenda la solicitud de jóvenes profesionales de buena situación y con una familia fuerte detrás que buscan saber el mínimo detalle sobre su pareja y así ponerse el parche antes de la herida. "Si te encargan hacer un perfil o un seguimiento de la pareja es porque tienen sospechas de que algo podría salir", relata Sergio Altamirano, dueño de Agencia Alfa.

¿Qué se busca? De todo. Aspectos cotidianos como quiénes son sus amigos, con quién chatea, quién le escribe por Facebook o si consume drogas. Antecedentes familiares como la situación económica de su familia -es primordial saber si arrastran deudas- e, incluso, si hay antecedentes de enfermedades genéticas. Situación financiera como cuánto gana realmente cada 30 días, su patrimonio y su Dicom. Estos antecedentes exigen todos los trucos de los investigadores: espionaje, seguimiento y caracterizaciones. Y, además de informes escritos, entregan videos sobre los seguidos.

Algunos investigadores consultados se animan a cuantificar en un 50% el aumento de estas solicitudes en el último tiempo, que ha tenido un cambio en el protagonista: si en un principio eran las mujeres quienes pedían información, hoy lo hacen de preferencia los hombres. "Es común cuando el pololo conoce a la niña en la universidad y estudian en otras ciudades. Las suegras se preocupan y empiezan a presionar por más información", cuenta Nelson Navarro, de N.N. Investigadores. "Hoy las mujeres han controlado muchas cosas y estar menos sometidas al hombre las hace más seguras. Ese rol protagónico ha generado más situaciones de amenaza para ellos", explica Rodrigo Morales, sicólogo de la U. Mayor.

Pero no siempre la inquietud viene de parte del novio o novia. A veces no sólo los impulsa la familia, sino que son los padres quienes, sin contarlo, encargan averiguaciones porque les interesa saber quién va a llegar al grupo familiar y si "merece" integrarse a la familia. "Los padres son los que más empujan esta decisión dependiendo de los hijos que tienen: si son más bien desordenados o se enganchan a la primera", insiste Altamirano.

Para sentarse a la mesa, los investigadores piden como piso entre 300 mil y 700 mil pesos, lo que incluye un perfil completo y un seguimiento de un par de días. De ahí en más, todo sube la tarifa.

No confiarás

¿Por qué algunos jóvenes buscan a investigadores privados para conocer los mínimos detalles de su pareja? El punto de partida es una sociedad donde está instalada la desconfianza. "Ahora se está transmitiendo a todos los niveles y especialmente en los jóvenes, porque tienen más información y necesidad de sentirse seguros", explica Juan Pablo Westphal, psicólogo de Clínica Santa María. Esta desconfianza queda refrendada por la VI Encuesta de la Juventud de Injuv: el 31% de los jóvenes de entre 25 y 29 años dice que su pareja controla sus salidas, horarios y hasta su forma de vestir. A la hora de reconocer cuánto y cómo controlan, el 10% de los encuestados reconoce que vigila a su pareja constantemente. "Si una relación de pareja llega a la contratación de un investigador quiere decir que está comenzando mal. Hay un vínculo que se basa en la desconfianza o en el poco conocimiento de la persona. Tal vez todavía no es momento para casarse y falta tiempo para conocerse más o la pareja tiene una interacción más liviana", complementa Westphal. Según las estimaciones de los investigadores, en un 70% de los casos había razones para sospechar y el matrimonio o convivencia de la pareja fue historia. ¿Qué es lo que más se encuentra en las investigaciones? Que había más de una pareja en la lista y algunas sorpresas en los antecedentes económicos: abultar el patrimonio y esconder las deudas.

Sin embargo, las historias de los investigadores también cuentan finales felices. Rodrigo Garrido, de Evidence Detectives Privados, relata un caso. Susana (nombre cambiado) conoció a un extranjero que estaba de paso en Chile por negocios. Se enamoraron al poco tiempo y él la sorprendió con una declaración: le pidió que se fuera con él a Estados Unidos. Le prometió el cielo y la tierra. No era poco, pues le dijo que era dueño de propiedades y empresas en su país. Ella dudó: la situación se veía demasiado buena para ser verdad. Entonces, contrató a la agencia Evidence. Esta historia corresponde al 30% donde las sospechas eran sólo eso, sospechas. Ella se fue con él a Estados Unidos.

por F. Derosas y J.M. Jaque
Fuente: La tercera.com