Sucedió en Rincón. Durante varias horas permaneció en la oficina de dirección, bajo llave y con la luz apagada mientras padres pedían su salida.
Rincón de los Sauces La directora de la Escuela 335 de esta ciudad, Angélica Navarrete, tomó la decisión de encerrarse con llave en su oficina y permanecer con la luz apagada durante cinco horas, mientras un grupo de padres junto al personal de la institución pedían el desplazamiento del cargo, acusándola de malos tratos y desequilibrio mental.
Rincón de los Sauces La directora de la Escuela 335 de esta ciudad, Angélica Navarrete, tomó la decisión de encerrarse con llave en su oficina y permanecer con la luz apagada durante cinco horas, mientras un grupo de padres junto al personal de la institución pedían el desplazamiento del cargo, acusándola de malos tratos y desequilibrio mental.
Durante varias horas la directora se atrincheró en la oficina, situación que fue observada por padres, alumnos, personal de la escuela y medios de comunicación que llegaron para hacer la cobertura periodística. Sucedió el jueves último.
“Estamos viendo que la directora no puede seguir en la escuela por varias irregularidades; el maltrato a los maestros, a los alumnos, hacia los porteros, y ahora pueden ver que está encerrada y nosotros estamos esperando una resolución”, dijo Sonia Rojas, una de las mamás afectadas por la conducta de la directora.
Además, relató que “hay varias personas que están con licencia psicológica por su maltrato” y que a esto se suma que los “padres de sexto grado estamos disconformes con las notas que les ha puesto a nuestros hijos, sin dar explicaciones, y desde ahí comienza el problema”.
Encerrada de la oficina de dirección, Navarrete solamente permitió el ingreso del supervisor de nivel primario, Horacio Luna, quien aseguró que “ya tomó intervención el presidente del Consejo Provincial de Educación y están dadas las condiciones para separarla del cargo hasta que concluyan las averiguaciones por las denuncias realizadas y como para descomprimir esta situación”.
Otro de los testimonios denunciando irregularidades lo aportó la docente Mariela Molina, quien sostuvo: “Tuve la intención de querer organizar la escuela con ella, tomar decisiones junto a ella porque veía su poder de indecisión, hasta que un día me encerró con llave en la sala de maestros”.
Y agregó: “Ella me encerró a mí, estuve unos cinco minutos encerrada y después empezó a tratarme de desequilibrada, cuando en realidad era ella quien no podía manejar la situación”.