Conversamos con Andrés Folguera, presidente de la Asociación Geológica Argentina. La situación actual del cordón Caulle, su relación con los sismos ocurridos en cercanías de nuestra ciudad. Y el volcán Lanín, peligroso y sin monitoreo.
- ¿La erupción de un volcán es un hecho aislado o se vincula a la posible actividad de otros?
No está comprobado que la actividad de un volcán induzca la actividad de otro. Eso está en el imaginario de la gente pero no hay estudios científicos que lo demuestren. Sí existe relación entre la actividad sísmica y la volcánica. La primera puede inducir a la segunda. Terremotos gigantes como el de Chile en 2010 pueden generar actividad volcánica en un radio de cientos de kilómetros, por un plazo de hasta tres años. De todas formas, la erupción del Puyehue ocurrió después de siete temblores seguidos en la zona de San Martín de los Andes. Algunos de ellos fueron relativamente profundos, a unos sesenta kilómetros, pero los últimos fueron más superficiales. Estos movimientos ocurrieron a 20 y 40 kilómetros de distancia del lugar de la actual erupción. Algunos colegas vinculan lo del Puyehue al terremoto del Maule en 2010, pero yo me inclino a pensar que está más relacionado con los temblores en la cordillera de San Martín de los Andes.
Usted mencionó hace días, en una nota concedida a La Nación, que el volcán Lanín no está siendo monitoreado.
No existe un registro histórico del Lanín, pero su pared norte presenta flujos piroclásticos datados en 1700 o 2000 años. Esto alcanza para considerarlo un volcán activo. Recién a partir de los 10 mil años se considera fuera de actividad a un volcán.
¿Debería ser monitoreado?
Son cuatro los volcanes que merecen atención. El Peteroa, el Copahue, el Tromen y el Lanín. Todos afectan áreas económicamente importantes de la Argentina. Dos de ellos tuvieron erupciones recientes constatadas: el Peteroa y el Copahue. El Tromen no tiene registros históricos claros, pero un jesuita ha documentado una erupción. El único sin registro es el Lanín, que es peligroso por otra serie de particularidades. Su conducto central está obturado y tiene una serie de pequeños centros volcánicos en la base. Esto es típico de volcanes que no pueden hacer emisiones por la boca central y por eso empiezan a resquebrajarse en la parte basal.
¿Algo así ocurrió en el Puyehue?
No. En ese caso de trata de una cadena de volcanes ubicada sobre una fractura. No está en erupción el Puyehue sino el cordón del Caulle.
¿Se puede prever un fenómeno como el que hoy está en curso?
Estamos ante un caso perfecto. El Servicio de Geología y Minería de Chile estaba monitoreando el volcán. Algunos lugareños habían reportado sismos. Chile pudo advertir que aumentaba la cantidad de sismos por hora y advirtió en forma oficial que el volcán entraría en erupción de manera inminente. Pudieron preverlo. El Lanín, en cambio, carece de monitoreo. Ni siquiera hay redes temporales de monitoreo. Nadie conoce su actividad sísmica ni los gases que emite. Ni si se deforman o no las paredes del volcán. Esto es una locura.
¿De quién dependería instrumentar el monitoreo?
En Argentina tenemos el Instituto Nacional de Prevención Sísmica con sede en San Juan. Ahí hay sismólogos capacitados y equipo disponible. Otro ente que podría colaborar es el Servicio Geológico Nacional, que también tiene volcanólogos formados. Los dos dependen directamente del Poder Ejecutivo nacional. No costaría nada que hubiera acciones conjuntas. De hecho hicieron un monitoreo transitorio y conjunto en el caso del volcán Peteroa.
¿Cuánto tiempo puede durar la situación actual del cordón Caulle?
Cada volcán tiene un ciclo eruptivo particular. Es imposible generalizar en esta materia. Hay que ver cómo se comportó este mismo volcán en el pasado. La erupción del año 1990 duró un día. La de 1960, un mes. Un mismo volcán puede tener modalidades eruptivas muy diversas. Y en 1960 hubo algo muy semejante a lo actual: una gran pluma de cenizas que se extendió en el tiempo. Creo es este ciclo también va a durar un mes.
Sergio Sciacchitano
- ¿La erupción de un volcán es un hecho aislado o se vincula a la posible actividad de otros?
No está comprobado que la actividad de un volcán induzca la actividad de otro. Eso está en el imaginario de la gente pero no hay estudios científicos que lo demuestren. Sí existe relación entre la actividad sísmica y la volcánica. La primera puede inducir a la segunda. Terremotos gigantes como el de Chile en 2010 pueden generar actividad volcánica en un radio de cientos de kilómetros, por un plazo de hasta tres años. De todas formas, la erupción del Puyehue ocurrió después de siete temblores seguidos en la zona de San Martín de los Andes. Algunos de ellos fueron relativamente profundos, a unos sesenta kilómetros, pero los últimos fueron más superficiales. Estos movimientos ocurrieron a 20 y 40 kilómetros de distancia del lugar de la actual erupción. Algunos colegas vinculan lo del Puyehue al terremoto del Maule en 2010, pero yo me inclino a pensar que está más relacionado con los temblores en la cordillera de San Martín de los Andes.
Usted mencionó hace días, en una nota concedida a La Nación, que el volcán Lanín no está siendo monitoreado.
No existe un registro histórico del Lanín, pero su pared norte presenta flujos piroclásticos datados en 1700 o 2000 años. Esto alcanza para considerarlo un volcán activo. Recién a partir de los 10 mil años se considera fuera de actividad a un volcán.
¿Debería ser monitoreado?
Son cuatro los volcanes que merecen atención. El Peteroa, el Copahue, el Tromen y el Lanín. Todos afectan áreas económicamente importantes de la Argentina. Dos de ellos tuvieron erupciones recientes constatadas: el Peteroa y el Copahue. El Tromen no tiene registros históricos claros, pero un jesuita ha documentado una erupción. El único sin registro es el Lanín, que es peligroso por otra serie de particularidades. Su conducto central está obturado y tiene una serie de pequeños centros volcánicos en la base. Esto es típico de volcanes que no pueden hacer emisiones por la boca central y por eso empiezan a resquebrajarse en la parte basal.
¿Algo así ocurrió en el Puyehue?
No. En ese caso de trata de una cadena de volcanes ubicada sobre una fractura. No está en erupción el Puyehue sino el cordón del Caulle.
¿Se puede prever un fenómeno como el que hoy está en curso?
Estamos ante un caso perfecto. El Servicio de Geología y Minería de Chile estaba monitoreando el volcán. Algunos lugareños habían reportado sismos. Chile pudo advertir que aumentaba la cantidad de sismos por hora y advirtió en forma oficial que el volcán entraría en erupción de manera inminente. Pudieron preverlo. El Lanín, en cambio, carece de monitoreo. Ni siquiera hay redes temporales de monitoreo. Nadie conoce su actividad sísmica ni los gases que emite. Ni si se deforman o no las paredes del volcán. Esto es una locura.
¿De quién dependería instrumentar el monitoreo?
En Argentina tenemos el Instituto Nacional de Prevención Sísmica con sede en San Juan. Ahí hay sismólogos capacitados y equipo disponible. Otro ente que podría colaborar es el Servicio Geológico Nacional, que también tiene volcanólogos formados. Los dos dependen directamente del Poder Ejecutivo nacional. No costaría nada que hubiera acciones conjuntas. De hecho hicieron un monitoreo transitorio y conjunto en el caso del volcán Peteroa.
¿Cuánto tiempo puede durar la situación actual del cordón Caulle?
Cada volcán tiene un ciclo eruptivo particular. Es imposible generalizar en esta materia. Hay que ver cómo se comportó este mismo volcán en el pasado. La erupción del año 1990 duró un día. La de 1960, un mes. Un mismo volcán puede tener modalidades eruptivas muy diversas. Y en 1960 hubo algo muy semejante a lo actual: una gran pluma de cenizas que se extendió en el tiempo. Creo es este ciclo también va a durar un mes.
Sergio Sciacchitano