Desde que comenzó la erupción del volcán chileno, la comunidad de Piedra del Águila se mantiene refugiada en sus casas, siguiendo las indicaciones emitidas por un equipo interdisciplinario.
Uno de los equipos instalados en Piedra del Águila que mide la composición de los sólidos que caen desde el cielo.
El viernes se enviaron cuatro muestras a Buenos Aires para determinar si la composición del polvo suspendido en el aire es perjudicial para la salud.
Piedra del Águila > La escasa visibilidad y la constante circulación de polvo de ceniza en el aire complicó la tranquila vida de la comunidad del sureste neuquino. Piedra del Águila está paralizada desde el momento en que el complejo volcánico Cordón Caulle comenzó a expulsar la ceniza que el viento se encargó de traer hacia la provincia.
Desde el sábado 4, cuando comenzó la erupción, la localidad percibió los primeros efectos de lo que serían dos semanas extraordinarias: las clases fueron canceladas, se le recomendó a la población mantenerse refugiada en su casa, mojar los pisos todo lo posible y utilizar protección en los ojos y en las vías respiratorias, no circular con vehículo y tener la máxima precaución posible cuando se esté en la calle.
El intendente Adolfo Paine solicitó ayuda ante la Provincia y la Nación, quienes respondieron rápidamente para conformar un Comité de Defensa Civil que coordina Javier Rodríguez, del organismo provincial, junto a los responsables del municipio, del hospital público, de la Policía, de Tránsito, de los Bomberos, del EPAS y del EPEN.
"El lunes en que comenzó todo, el municipio declaró la emergencia y llamó a una reunión con todos los directores de las escuelas con el comité para decidir qué hacer. Desde jardín hasta la nocturna hay 1.700 personas que asisten al sistema educativo y se decidió cancelar las clases hasta nuevo aviso", explicó Rodríguez.
Según indicó el funcionario provincial, en la localidad había demasiado polvo en suspensión y los edificios no estaban en condiciones, "hay muchos vidrios rotos, calefactores que expulsaban ceniza y el miedo de que los techos no resistan", indicó. Sin embargo, el viernes se distribuyó por la localidad un cuadernillo de actividades para los estudiantes.
Muestras
Durante este fin de semana largo se realizará un encuentro luego de que se tengan los resultados de las muestras de calidad de aire que está realizando el Servicio Geológico Minero Argentino (Segenar) y la Dirección Provincial de Minería, en un proyecto a cargo del director de calidad del organismo nacional, Juan Carlos Herrero.
El equipo técnico instaló tres equipos en la localidad, una estación meteorológica que determina la temperatura, presión atmosférica, humedad y dirección del viento. Además, están los dos equipos hechos en el país que miden la composición del aire en 10 micras (llamado PM10) y el que mide los sólidos totales sedimentables que caen desde el cielo (llamado PTS).
El geólogo Orlando Lcarnacini, director de la Unidad de Gestión Ambiental Provincial, señaló que la ceniza es una piedra pómez, de composición ácida, basada en el mineral sílice de difícil disolución. "No podemos decir que es malo para la salud porque la exposición no es constante, hay vientos que cambian de manera permanente en la localidad. Hasta que no estén los resultados de las primeras muestras que enviamos el viernes no podremos decir nada", señaló.
En tanto, Juan Murillo, técnico minero del Segenar, indicó que el viernes despacharon cuatro muestras a la ciudad de Buenos Aires con carácter urgente y que este domingo terminaban con el muestreo para que los técnicos del organismo nacional determinen si la composición del polvo suspendido en el aire es perjudicial para la salud o no. "Este domingo (por ayer) se termina el ensayo pero el sedimentador que está ubicado en el hospital quedará por lo menos treinta días más", expresó.
Pocos pacientes
Desde el hospital local, la directora Sabrina Gallo, integrante el comité, informó que no hubo tantos pacientes con complicaciones respiratorias porque la comunidad acató las recomendaciones difundidas.
"Los casos que vinieron a atenderse correspondían todos a afecciones en las vías respiratorias superiores, como faringitis, laringitis y conjuntivitis", dijo Gallo, quien resaltó la labor en conjunto de las instituciones en la prevención de la salud.
Tanto Gallo como Rodríguez destacaron la importancia de continuar usando barbijos, mojar los pisos para que el polvo no vuele y juntar la ceniza de la casa y la vereda para tirarla luego. "Los primeros días en Piedra del Águila había una visibilidad nula, no se podía conducir ni al mediodía, los vientos se arremolinan, hay partículas en suspensión permanentemente", explicó Gallo.
En tanto, Rodríguez expresó que la situación en la localidad no es espectacular como la que afecta a Villa La Angostura pero es "muy complicada porque al estar en un pozo el polvo está en suspensión y perjudica a las vías respiratorias". E indicó que la acumulación sería entre 3 a 5 centímetros.
Uno de los equipos instalados en Piedra del Águila que mide la composición de los sólidos que caen desde el cielo.
El viernes se enviaron cuatro muestras a Buenos Aires para determinar si la composición del polvo suspendido en el aire es perjudicial para la salud.
Piedra del Águila > La escasa visibilidad y la constante circulación de polvo de ceniza en el aire complicó la tranquila vida de la comunidad del sureste neuquino. Piedra del Águila está paralizada desde el momento en que el complejo volcánico Cordón Caulle comenzó a expulsar la ceniza que el viento se encargó de traer hacia la provincia.
Desde el sábado 4, cuando comenzó la erupción, la localidad percibió los primeros efectos de lo que serían dos semanas extraordinarias: las clases fueron canceladas, se le recomendó a la población mantenerse refugiada en su casa, mojar los pisos todo lo posible y utilizar protección en los ojos y en las vías respiratorias, no circular con vehículo y tener la máxima precaución posible cuando se esté en la calle.
El intendente Adolfo Paine solicitó ayuda ante la Provincia y la Nación, quienes respondieron rápidamente para conformar un Comité de Defensa Civil que coordina Javier Rodríguez, del organismo provincial, junto a los responsables del municipio, del hospital público, de la Policía, de Tránsito, de los Bomberos, del EPAS y del EPEN.
"El lunes en que comenzó todo, el municipio declaró la emergencia y llamó a una reunión con todos los directores de las escuelas con el comité para decidir qué hacer. Desde jardín hasta la nocturna hay 1.700 personas que asisten al sistema educativo y se decidió cancelar las clases hasta nuevo aviso", explicó Rodríguez.
Según indicó el funcionario provincial, en la localidad había demasiado polvo en suspensión y los edificios no estaban en condiciones, "hay muchos vidrios rotos, calefactores que expulsaban ceniza y el miedo de que los techos no resistan", indicó. Sin embargo, el viernes se distribuyó por la localidad un cuadernillo de actividades para los estudiantes.
Muestras
Durante este fin de semana largo se realizará un encuentro luego de que se tengan los resultados de las muestras de calidad de aire que está realizando el Servicio Geológico Minero Argentino (Segenar) y la Dirección Provincial de Minería, en un proyecto a cargo del director de calidad del organismo nacional, Juan Carlos Herrero.
El equipo técnico instaló tres equipos en la localidad, una estación meteorológica que determina la temperatura, presión atmosférica, humedad y dirección del viento. Además, están los dos equipos hechos en el país que miden la composición del aire en 10 micras (llamado PM10) y el que mide los sólidos totales sedimentables que caen desde el cielo (llamado PTS).
El geólogo Orlando Lcarnacini, director de la Unidad de Gestión Ambiental Provincial, señaló que la ceniza es una piedra pómez, de composición ácida, basada en el mineral sílice de difícil disolución. "No podemos decir que es malo para la salud porque la exposición no es constante, hay vientos que cambian de manera permanente en la localidad. Hasta que no estén los resultados de las primeras muestras que enviamos el viernes no podremos decir nada", señaló.
En tanto, Juan Murillo, técnico minero del Segenar, indicó que el viernes despacharon cuatro muestras a la ciudad de Buenos Aires con carácter urgente y que este domingo terminaban con el muestreo para que los técnicos del organismo nacional determinen si la composición del polvo suspendido en el aire es perjudicial para la salud o no. "Este domingo (por ayer) se termina el ensayo pero el sedimentador que está ubicado en el hospital quedará por lo menos treinta días más", expresó.
Pocos pacientes
Desde el hospital local, la directora Sabrina Gallo, integrante el comité, informó que no hubo tantos pacientes con complicaciones respiratorias porque la comunidad acató las recomendaciones difundidas.
"Los casos que vinieron a atenderse correspondían todos a afecciones en las vías respiratorias superiores, como faringitis, laringitis y conjuntivitis", dijo Gallo, quien resaltó la labor en conjunto de las instituciones en la prevención de la salud.
Tanto Gallo como Rodríguez destacaron la importancia de continuar usando barbijos, mojar los pisos para que el polvo no vuele y juntar la ceniza de la casa y la vereda para tirarla luego. "Los primeros días en Piedra del Águila había una visibilidad nula, no se podía conducir ni al mediodía, los vientos se arremolinan, hay partículas en suspensión permanentemente", explicó Gallo.
En tanto, Rodríguez expresó que la situación en la localidad no es espectacular como la que afecta a Villa La Angostura pero es "muy complicada porque al estar en un pozo el polvo está en suspensión y perjudica a las vías respiratorias". E indicó que la acumulación sería entre 3 a 5 centímetros.