Entre las múltiples vocaciones que el hombre ha desarrollado en la sociedad moderna, el oficio de periodista es uno de los que demanda una actitud de servicio permanente a la comunidad, por cuanto quienes desempeñan tal tarea se han tornado intermediarios fundamentales entre los gobernantes y la ciudadanía, a la vez que transmisores de los diversos aspectos de la realidad que son de interés público. Semejante responsabilidad necesita también de un compromiso acorde por quienes la ostentan, así como de un profundo respeto por parte de los poderes de turno.
El 7 de junio fue elegido en nuestro país como "Día del periodista" porque en aquella fecha de 1810 (pocos días después de finalizada la Revolución de Mayo) Mariano Moreno fundó La Gazeta de Buenos Ayres, semanario que constituyó una experiencia pionera en el periodismo de nuestra etapa independiente. Aunque dejó de publicarse en 1821, desde su primer número marcó un camino que aún hoy es un ejemplo a seguir, pues en su primera página abogaba por la libertad de prensa al afirmar: "Felices tiempos aquellos en que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente". Formaron parte de ella muchos notables redactores (además del propio fundador), entre ellos Manuel Belgrano, el deán Funes, Monteagudo, Pazos Silva, Juan José Castelli y Julián Alvarez.
Pues bien, ¿quién fue este destacado prócer argentino a quien hoy recordamos? Mariano Moreno, además de periodista y escritor, fue un destacado jurisconsulto y estadista, que cumplió un importante papel en el gobierno que siguió a la Revolución de Mayo (lo cual le valió títulos tales como "el alma de la revolución").
No se sabe con exactitud cuándo, pero sí que nació en Buenos Aires y que su padre, Manuel Moreno, era un funcionario español del gobierno del virreinato y su madre, Ana María Valle, una joven habitante de Buenos Aires.
En sus años de escolar ya se destacaba por su inteligencia poco común. Estudió en la Universidad de Chuquisaca (hoy Sucre, Bolivia), donde tomó para sí las ideas de la Ilustración y se formó el deseo de ver a la Argentina progresar a tono con los lineamientos indicados por Adam Smith y Rousseau. Volvió a Buenos Aires en 1805 y pronto se comprometió en escritos y asuntos de interés público, alineándose con el grupo conducido por Martín de Álzaga. Jugó años después un papel fundamental en la exigencia para que el virrey llamase a un Cabildo Abierto, y luego por el establecimiento de una junta elegida por el propio Cabildo en representación del pueblo.
En el gobierno de la Primera Junta, Moreno fue nombrado Secretario (con responsabilidad en asuntos políticos y militares), cargo que mantuvo durante los siete meses en los que llevó a cabo sus objetivos: mantener todo el virreinato leal al gobierno patrio en Buenos Aires; establecer una economía sana y libre; elaborar una constitución que pudiera establecer legalmente instituciones para preservar las libertades personales, políticas y económicas de una nueva sociedad.
Entre sus múltiples logros, además de fundar La Gazeta de Buenos Ayres, estableció una oficina de censos y una escuela militar; planificó la formación de una biblioteca pública nacional; reabrió Maldonado, Ensenada y Patagones (Río Negro) como puertos, liberando el comercio y las explotaciones mineras de las antiguas restricciones.
Pero aquel logro que en este día conmemoramos es sin duda trascendente por lo que todavía hoy significa, al haber abierto el camino a la libertad de pensamiento y de expresión, lo cual constituye un fundamento básico para el sano crecimiento en democracia de nuestro país.
Es de desear que aquel valor al que llamaba Moreno desde el primer número de su periódico sea siempre defendido y comprendido. En el Día del Periodista, podemos sentirnos dichosos de celebrar nuestra pertenencia a una sociedad que mantiene a la libertad de prensa entre sus más inclaudicables valores, aunque sea ocasión propicia para hacer también un llamamiento a la responsabilidad de los hombres y mujeres periodistas, cuya tarea es siempre influyente en los destinos de una nación.
El 7 de junio fue elegido en nuestro país como "Día del periodista" porque en aquella fecha de 1810 (pocos días después de finalizada la Revolución de Mayo) Mariano Moreno fundó La Gazeta de Buenos Ayres, semanario que constituyó una experiencia pionera en el periodismo de nuestra etapa independiente. Aunque dejó de publicarse en 1821, desde su primer número marcó un camino que aún hoy es un ejemplo a seguir, pues en su primera página abogaba por la libertad de prensa al afirmar: "Felices tiempos aquellos en que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente". Formaron parte de ella muchos notables redactores (además del propio fundador), entre ellos Manuel Belgrano, el deán Funes, Monteagudo, Pazos Silva, Juan José Castelli y Julián Alvarez.
Pues bien, ¿quién fue este destacado prócer argentino a quien hoy recordamos? Mariano Moreno, además de periodista y escritor, fue un destacado jurisconsulto y estadista, que cumplió un importante papel en el gobierno que siguió a la Revolución de Mayo (lo cual le valió títulos tales como "el alma de la revolución").
No se sabe con exactitud cuándo, pero sí que nació en Buenos Aires y que su padre, Manuel Moreno, era un funcionario español del gobierno del virreinato y su madre, Ana María Valle, una joven habitante de Buenos Aires.
En sus años de escolar ya se destacaba por su inteligencia poco común. Estudió en la Universidad de Chuquisaca (hoy Sucre, Bolivia), donde tomó para sí las ideas de la Ilustración y se formó el deseo de ver a la Argentina progresar a tono con los lineamientos indicados por Adam Smith y Rousseau. Volvió a Buenos Aires en 1805 y pronto se comprometió en escritos y asuntos de interés público, alineándose con el grupo conducido por Martín de Álzaga. Jugó años después un papel fundamental en la exigencia para que el virrey llamase a un Cabildo Abierto, y luego por el establecimiento de una junta elegida por el propio Cabildo en representación del pueblo.
En el gobierno de la Primera Junta, Moreno fue nombrado Secretario (con responsabilidad en asuntos políticos y militares), cargo que mantuvo durante los siete meses en los que llevó a cabo sus objetivos: mantener todo el virreinato leal al gobierno patrio en Buenos Aires; establecer una economía sana y libre; elaborar una constitución que pudiera establecer legalmente instituciones para preservar las libertades personales, políticas y económicas de una nueva sociedad.
Entre sus múltiples logros, además de fundar La Gazeta de Buenos Ayres, estableció una oficina de censos y una escuela militar; planificó la formación de una biblioteca pública nacional; reabrió Maldonado, Ensenada y Patagones (Río Negro) como puertos, liberando el comercio y las explotaciones mineras de las antiguas restricciones.
Pero aquel logro que en este día conmemoramos es sin duda trascendente por lo que todavía hoy significa, al haber abierto el camino a la libertad de pensamiento y de expresión, lo cual constituye un fundamento básico para el sano crecimiento en democracia de nuestro país.
Es de desear que aquel valor al que llamaba Moreno desde el primer número de su periódico sea siempre defendido y comprendido. En el Día del Periodista, podemos sentirnos dichosos de celebrar nuestra pertenencia a una sociedad que mantiene a la libertad de prensa entre sus más inclaudicables valores, aunque sea ocasión propicia para hacer también un llamamiento a la responsabilidad de los hombres y mujeres periodistas, cuya tarea es siempre influyente en los destinos de una nación.