CIPOLLETTI (AC).- La tormenta que cayó la semana pasada sobre la cuenca del río Colorado hizo crecer en pocos días el embalse de Casa de Piedra de manera notable y aunque no se modificaron las restricciones aguas abajo de la presa, el dato muestra una mejora con la vista puesta en el verano. En cuestión de días, el nivel subió medio metro.
Según datos oficiales extrapolados al viernes, hay en el enorme embalse de Casa de Piedra 34 hectómetros cúbicos más de agua, una cifra que expresada en metros cúbicos es de 34.000.000 (para hablar de litros hay que usar demasiados ceros).
La cuenca del Colorado, como la del Negro, viene sufriendo una prolongada sequía que complica la vida de las comunidades ubicadas en sus orillas, en Mendoza, Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires.
Casa de Piedra es el regulador que tiene el río para el manejo de los usos del agua. El año pasado ya se había hecho pero en el 2013 debieron aplicarse restricciones aun mayores para bajar las erogaciones desde esta presa y almacenar pensando en las necesidades de riego del verano.
La larga presa del río Colorado (tiene casi 11 kilómetros de extensión) deja pasar desde la semana pasada sólo 15 metros cúbicos por segundo de agua, un caudal con el que la central hidroeléctrica no puede funcionar.
El Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) mostró la evolución del caudal que el viernes 26 de abril ingresó al embalse de Casa de Piedra: en el primer minuto del día estaba en el orden de los 40 metros cúbicos por segundo; nueve horas después, en 86; al mediodía había trepado a 131 y para las seis de la tarde ya estaba en 287 metros cúbicos por segundo.
El pico máximo fue el sábado 27 a las 0.35, con 323 metros cúbicos por segundo de caudal. Luego fue decreciendo pero con promedios diarios superiores a los del inicio de la tormenta.
De esta manera, el embalse subió 51 centímetros, que en una estructura de ese tamaño equivale a un volumen de 34 hectómetros cúbicos. El dato es alentador pero no basta para revertir la condición de sequía que acumula la cuenca.
Varias comarcas dependen del río Colorado para la irrigación de sus campos, tanto en La Pampa como en Río Negro y la provincia de Buenos Aires. Si la temporada de riego se inicia y los sistemas de captación no tienen agua suficiente, las economías locales sentirían el impacto.
Además, en el dique Salto Andersen, aguas abajo de Casa de Piedra, Río Negro tiene una derivación con una central hidroeléctrica.