Casi 6.000 docenas de huevos fueron decomisadas y destruidas el martes por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en Cipolletti porque no estaban almacenados a una temperatura adecuada.
En un depósito de una empresa de transporte de cargas inspectores veterinarios detectaron –durante un control de rutina– que "los productos estaban a una temperatura de 38,2 grados cuando el límite de tolerancia en este caso es de 15, según determina el decreto 4238/68, se informó. Son 5.988 docenas de nuevos, equivalentes a 71.856 unidades.
Cumpliendo la normativa sanitaria vigente y para resguardar la salud de la población, el organismo decomisó y destruyó totalmente la carga en el basurero municipal de la ciudad.
"En el caso de los huevos, es tan importante mantener una temperatura adecuada como evitar los cambios térmicos bruscos, sobre todo el salto de bajas a altas temperaturas que producen una condensación de agua en la superficie de la cáscara y favorece la entrada a través de los poros de agua con microorganismos que pueden afectar la salud de la personas", señaló Guillermo Pérez a cargo del área de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa.
Indicó que el consumo de productos con las características que presentaba la mercadería destruida puede provocar salmonelosis, entre otras enfermedades y por eso es importante que las empresas de transporte de cargas cumplan con la norma que determina que deben mantenerse en lugares secos, frescos y a la temperatura adecuada.
Pérez recomendó a la población adquirir huevos "en lugares habilitados y controlados, en lo posible en envases que contengan un rótulo donde esté descripta la procedencia, la calidad según corresponda, la temperatura de conservación y la fecha límite de consumo".