Sigue el mal momento para los ganaderos de la Región Sur rionegrina. "Los animales se siguen muriendo", advierten desde Jacobacci. Hablan de "crisis terminal". ¿Qué hace el Estado provincial?
INGENIERO JACOBACCI (AJ).- Las fiestas de fin de año pusieron aún más en evidencia la crisis del sector ovino y caprino de la Región Sur rionegrina. Una escasa oferta de corderos y chivitos dejó en claro los bajos índices de señaladas de la zafra 2012-13 como consecuencia de la gran mortandad de animales que hubo en la zona debido a una intensa sequía de más de siete año y la ceniza volcánica presente desde el 4 de junio de 2011.
En comparación con años anteriores, durante los días previos a la Navidad y al 31 de diciembre de 2012, en los comercios del rubro y en las calles de los distintos pueblos muy pocos animales fueron comercializados.
La crisis ganadera se incrementa con el paso de los días. Las lluvias de los últimos meses han sido muy escasas y la falta de humedad profundiza la aridez del suelo. Los productores padecen una situación a la que califican como "terminal" sino hay una pronta y efectiva ayuda del Estado.
"Estamos viviendo un momento muy difícil. La sequía y la ceniza están siendo muy perjudiciales para el campo. Y encima, en mi caso, no tengo ningún tipo de ayuda. Solo la de mis hijos. Este año prácticamente no tuvimos corderos ni chivitos y los animales se siguen muriendo", señala Alberto Mardones, un productor de la zona de Jacobacci.
El campesino administra un pequeño campo familiar ubicado a escasos 7 kilómetros al sudeste de Jacobacci, en una de las zonas muy afectada por la erupción del volcán Puyehue. A un año y medio, la presencia de ceniza es abundante y la falta de agua se siente cada vez más. Hasta principios de 2011 el hombre criaba unas 250 ovejas y cerca de 100 chivas. Hoy sus majadas se redujeron a 50 ovejas y a menos de 30 chivas.
La situación de Mardones se repite en cada rincón de la Región Sur rionegrina, zona en la que el stock ovino y caprino ha descendido drásticamente en los últimos dos años. A pesar de la crítica situación, un gran porcentaje de los pocos corderos y chivitos que nacieron durante esta zafra no se pusieron la venta. Los productores optaron por mantenerlos para repoblar los campos, conscientes del riesgo que corren si las condiciones del tiempo no mejoran o la ayuda del Estado se dilata.
"No nos queda otra que dejar la mayor cantidad de animales que podamos en el campo. Con 250 ovejas producía cerca de 1000 kilos de lana. Este año apenas voy a vender 250. Con eso tenemos que vivir todo el año y afrontar el invierno que es la época más brava", agrega Mardones.
ESCASA OFERTA DE CAPONES, CHIVITOS Y CORDEROS
Los bajos porcentajes de pariciones ovinas y caprinas han sido una constante a lo largo y a lo ancho de toda la Región Sur. Si bien algunas zonas están mejor que otras, la significativa merma de ovejas y chivas se refleja en los casi 4000 productores de la zona.
Por las pasturas, Ramos Mexía tiene unas de las carnes ovinas más codiciadas de la zona. Sin embargo, desde distintos comercios de la localidad aseguraron a este medio que "este año prácticamente no hay capones para vender. Encima que hay pocos, no hay forraje suficiente para que puedan engordar. Se han comercializado unos pocos". Idéntica situación describieron propietarios de carnicerías de Sierra Colorada.
En otros pueblos los "capones", y también muchos chivitos y corderos que salieron a la venta para las fiestas de fin de año fueron de "engordes a corral".
Informe: José Mellado, agencia "Río Negro"