Inspectores municipales clausuraron un depósito y decomisaron mercadería clandestina. Había productos vencidos y carnes en buen estado que fueron donadas a dos jardines y un centro de jubilados.
En un operativo conjunto entre el puesto sanitario de la Dirección de Inspección General y de Veterinaria y Zoonosis, se detectó la comercialización ilegal de productos cárnicos, pescado y fiambres, informó la municipalidad.
El Juzgado de Falta N°1 retiró dos corderos y un capón que, por ser aptos para el consumo, se donaron al Jardín Iglesias, al Pudú Pudú y Centro de Jubilados Unión. El resto de la mercadería –una importante cantidad de cárnicos y pescado congelado vencido- será destruido.
Según el informe presentado por los inspectores, en un predio ubicado en el ingreso a la ciudad, se detectaron contenedores con mercadería para la comercialización. Se encontró, incluso, un espacio destinado a oficina, con gran cantidad de papelería y biblioratos.
Las instalaciones correspondientes a las cámaras de frío "no son las adecuadas a las normas vigentes, en lo que hace a aislamiento del medio ambiente, instalación eléctrica, medidas de seguridad y limpieza".
En el ingreso también constataron la presencia de una sierra de carnicería para el fraccionamiento.
La mayoría de los productos observados en la cámara de congelados, "no cumplen con las normas vigentes ni aparentan ser aptos para el consumo dadas las condiciones de falta de envase", señalaron los inspectores en su informe.
Indicaron además que hay cajones con merluza fresca que estaban en la cámara de refrigeración con vencimiento el 30 de mayo de 2013. Por esa situación los inspectores describieron que se percibía "un fuerte olor a pescado en descomposición".
También se detectó la existencia de una cámara no habilitada de fiambres y quesos, que tampoco contaba con la infraestructura de aislamiento del medio ambiente, según lo marcan las normas.