El palio y el anillo del pescador -en este caso de plata dorada- fueron colocados al papa Francisco durante la ceremonia de inicio de su pontificado.
El palio y el anillo -junto al evangeliario, que es el libro que recopila los textos de las lecturas evangélicas según el orden litúrgico- estaban colocados junto a la tumba de San Pedro, en el interior de la basílica donde comenzó la ceremonia.
El palio es una prenda que se coloca sobre los hombros del papa, confeccionada con lana de cordero, que simboliza al Buen Pastor, la imagen bíblica que representa a Jesús que va en busca de las ovejas perdidas.
Tiene impresas seis cruces rojas, en representación de la sangre que derrama el Señor en su pasión y muerte.
Esta prenda le fue colocada al papa Francisco por el cardenal protodiácono el francés Jean Louis Tauran, el mismo que pronunció el "Habemus papam" cuándo el cónclave de cardenales eligió a Jorge Bergoglio.
Luego el cardenal decano Angelo Sodano le ofreció el tradicional anillo del pescador, que se fabrica a nuevo con cada papa y se destruye tras su muerte o se inutiliza como fue en el caso de la renuncia del papa emérito Benedicto XVI.
Con la imagen de San Pedro portando una llave, el anillo fue realizado en plata dorada -no en oro, según el pedido de Francisco- y el modelo pertenece al escultor italiano Enrico Manfrini, fallecido en 2004, quien entregó el diseño al también muerto monseñor Pasquale Macchi, quien fue secretario de Pablo VI.
El maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Guido Marini, propuso ese modelo de anillo junto a otros dos y Bergoglio eligió el del artista conocido aquí como "el escultor de los papas".
En cuanto al escudo se mantiene el que usaba Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires, que tiene un fondo azul con el emblema de la Compañía de Jesús -la orden de la cual proviene el papa- y lleva una estrella, que simboliza la Virgen María, y un ramo de nardo, que representa a San José, el patrono de la Iglesia Universal.
Por último, el lema será "miserando atque eligendo", y alude al texto de la elección del apostol San Mateo -que era publicano- por parte de Jesús y se refiere "a algo íntimo de la vida espiritual del papa", explicó Lombardi.
Precisó que el lema hace referencia a que el día de la fiesta de San Mateo, del año 1953, cuando Bergoglio tenía 17 años "sintió la presencia amorosa de Dios en su vida tras una confesión" en una iglesia de Flores de la ciudad de Buenos Aires, que despertó su vocación religiosa.