Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

CASO CON MORALEJA Accidentes de auto: cuando los adolescentes mienten a los padres

Un vehículo de cinco asientos en el que viajaban ocho adolescentes y una conductora sin licencia manejando a alta velocidad; nadie tenía ajustados los cinturones de seguridad. Así, terminó como todo indicaba que podía ser. Un caso que da lección a padres y jóvenes. Advertencias y temores resurgen. Vale tu opinión.

Por BETH J. HARPAZ, de la agencia AP
NUEVA YORK (AP) _ Hubo mentiras a los padres, un vehículo de cinco asientos en el que viajaban ocho adolescentes y una conductora sin licencia que lo manejó a alta velocidad. Nadie tenía ajustados los cinturones de seguridad.
Si los padres de adolescentes necesitan una historia de la vida real con moraleja para sumarla a todas sus advertencias y temores, seguramente lo es el choque de un auto robado en Warren, Ohio, en el que murieron seis jóvenes.
"¿Escucharon esa noticia?'', preguntó a sus hijos Daniel Flannery, un residente de Ohio y padre de tres adolescentes, tras publicarse la tragedia. "Esto les podría suceder a ustedes. Es horrible. Estos chicos no van a regresar a casa. No quiero que ustedes sean esa persona'', agregó.

Mario Almonte, de Queens, Nueva York, dijo que él y su esposa también hablaron sobre el accidente con su hijo adolescente, quien está cerca de recibir la licencia de manejo. "Señalamos esta tragedia y mencionamos que él no debía pensar que algo como esto nunca le podrá ocurrir'', comentó Almonte. "En ocasiones sólo se necesita una mala decisión para terminar en tragedia'', añadió.
Desafortunadamente, los choques con muerte de varios adolescentes no son algo inusual.
Cinco adolescentes murieron el martes en un accidente en Texas; tres fallecieron en Indiana la semana pasada y cuatro murieron el mes pasado en un choque en California. Sin embargo, un aspecto de la historia de Ohio puede ser especialmente convincente para los padres involucrados en las batallas usuales con adolescentes sobre a dónde van, con quién están y cuándo van a regresar a casa: Algunos de los chicos engañan a sus padres sobre su paradero.
El padre de uno de los muchachos fallecidos dijo que los adolescentes regresaban a casa tras pasar la noche en la casa de un amigo, pero la madre de otro chico muerto dijo que su hijo y el mejor amigo de éste le mintieron acerca de que permanecerían en la casa del otro esa noche. Ella afirmó que creía que fueron a una fiesta. "Si sólo hubiera escuchado'', lamentó Lisa Williamson, madre de Brandon Murray, de 14 años.
"Es cosa antigua que los adolescentes digan a sus padres que van a hacer una cosa y acaban haciendo otra'', dijo Daniel Flannery, un psicólogo que imparte clases en la Universidad Case Western Reserve en Cleveland. Él incluso admite que sus propios hijos, "aunque son muchachos muy buenos y excelentes estudiantes, en ocasiones hacen cosas que saben que no aprobaremos y nos engañan''. Agregó que, al igual que la mayoría de los padres de adolescentes, ha recibido su ración de llamadas de otros padres preguntando, "¿está mi hijo en su casa?''.
Aunque no es nuevo que los adolescentes mientan a sus padres, el resultado fatal de este caso y otros recientes han llamado la atención.
"Cada vez que ocurre una tragedia como ésta, aunque uno no quiere excederse en el sensacionalismo, es el momento apropiado para el aprendizaje. Tiene que ser'', dijo Flannery, quien además dirige el Centro de Investigación para la Prevención de la Violencia y de Educación de la Universidad Case Western.
Emily Cappo, una madre que escribe una bitácora en OhBoyMom.com sobre cómo cría a sus tres hijos en Westchester, Nueva York, dijo que apenas está comenzando a tratar con asuntos de adolescentes.
Los padres de más edad pueden creer que todo era peor antes de la era de los celulares, porque si se perdía contacto con el hijo, uno no tenía forma de saber dónde estaba. Sin embargo, Cappo opinó que los celulares pueden "dar una falsa sensación de seguridad de que uno puede ponerse en contacto con nuestro muchacho en cualquier momento. Eso probablemente contribuye a que sucedan cosas como ésta'', afirmó.
Algunos adolescentes son expertos en argucias con los celulares: Apagan los teléfonos, no les hacen caso o dejan que se queden sin batería. Cuando sí se reportan a casa, un celular proporciona menos información sobre su ubicación que los teléfonos fijos convencionales, asignados a una dirección física. Claro, el celular puede contar con un geolocalizador, pero los chicos los pueden desactivar o dejar el aparato en una dirección aprobada por los padres e ir a otro lugar.
Vincent Guilamo-Ramos, un profesor de la Escuela Silver de Trabajo Social de la Universidad de Nueva York, dice que le gusta la política de algunos padres de decir a sus hijos que siempre podrán hablar a casa para que vayan a recogerlos, sin importar qué. Así no estarán tentados a mentir.
"Si estás en una fiesta, no quiero que te subas en un auto con alguien que ha estado bebiendo alcohol. Si has estado bebiendo alcohol, llámame, no haré preguntas, sólo quiero que estés seguro'', dijo.
Pero no todos los padres "quieren llegar tan lejos porque no quieren darle permiso a su hijos de beber alcohol. El muchacho siente que no puede hacer esa llamada porque `mis padres me matarán'. Es difícil porque no queremos sentarnos ahí y darles luz verde'', agregó Cappo.
Cualquier regla que impongan los padres, dijo Guilamo-Ramos, debe enfatizar que "sólo hay un objetivo: `queremos asegurarnos que estés seguro'''.