NEUQUÉN (AN).- El recientemente publicado anuario estadístico 2011 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) da cuenta, a poco más de un año de la erupción del volcán Puyehue, del saldo que dejó en la ganadería neuquina la combinación de las cenizas volcánicas y la sequía. Luego de que la provincia marcara un crecimiento constante en su ganadería, con la incorporación de casi 250.000 animales entre 2008 y 2010, en tan solo un año se perdieron casi 90.000 cabezas de ganado, de las cuales 70.545 correspondieron a caprinos y ovinos.
Si bien el informe de existencias no indica tajantemente que los animales murieron por la sequía agravada por las cenizas, sí revela que la mayoría de las cabezas que dejaron de existir no fueron destinadas a faena, es decir, que simplemente murieron.
El estudio revela además que las tendencias a la reducción de los rodeos de caprinos y ovinos neuquinos no coincidió con las registradas ni en Río Negro, ni en resto de la Patagonia Norte. El caso de los ovinos es un claro ejemplo, dado que mientras en Neuquén el total de ese ganado cayó un 12%, en Río Negro apenas lo hizo un 0,9%.
Entre 2010 y 2011 la provincia de Neuquén pasó de tener 1.387.662 cabezas de ganado a sólo 1.298.141, es decir que perdió 89.521 animales. En el caso de las ovejas la caída fue de 188.466 a 165.812 (22.654) y entre los chivos pasó de 921.574 a 873.681 (47.893).
Pero eso no es todo. El reporte de los envíos a faena muestra que en el caso de los caprinos o chivos se redujo la cantidad de animales remitidos, pasando de los 36.623 a sólo 28.786. La cifra que indica la desaparición de 19.107 caprinos.
Entre los ovinos la situación fue similar, dado que sobre la reducción mencionada de 22.654 cabezas, sólo pasaron por centros de faena 5.555 animales.
El informe del Senasa advierte en la estratificación de los ovinos una situación alarmante de cara a los próximos años, dado que muestra que la mayor reducción de cabezas se dio entre los animales más jóvenes.
Los borregos pasaron precisamente de representar 18.008 animales en 2010 a sólo 14.361 (un 20,3% menos), una cantidad que no alcanza siquiera a los valores de 2008. Los corderos también mostraron una reducción del 6% pasando de 33.942 a 31.906 cabezas, y los capones tuvieron una caída importante del 18,3%, pasando de 7.096 a 5.796. Las ovejas se redujeron un 12,1%.