Buscaban un arma de fuego pero no pudieron hallarla. Secuestraron facas, droga, teléfonos y escaleras.
ROCA (AR).- La escalada de violencia y de intentos de fuga en el Establecimiento de Ejecución Penal 2 de Roca no se puede detener. A los tres incidentes registrados el fin de semana se suma la preocupación de las autoridades penitenciarias por un arma de fuego que estaría circulando en el interior de la cárcel que no pudo ser hallada y que podría generar una verdadera "tragedia" en caso de ser utilizada.
Para intentar detener esta incontrolable situación, 140 efectivos -entre policías y personal del Servicio Penitenciario Provincial- realizaron una "mega-requisa" entre la madrugada y la mañana de ayer, y lograron secuestrar más de 100 facas (cuchillos armados con trozos de hierro y planchas de metal), 30 teléfonos celulares, droga y escaleras construidas para futuras evasiones.
Tras el devastador motín ocurrido a fines de octubre ya nada volvió a ser lo mismo en el Penal 2. Desde ese momento se reiteraron las peleas entre internos y los intentos de fuga, que el domingo tuvieron su punto más álgido cuando en sólo siete horas se registraron tres en distintos pabellones, que involucraron a por lo menos 13 internos.
La situación reviste mayor gravedad desde que la semana pasada corrió el "fuerte rumor" de que había ingresado un arma de fuego a los pabellones. Todo derivó ayer en una requisa con impresionante despliegue que llevaron adelante 140 personas.
Cerca de las 6 de la mañana comenzaron a revisar cada rincón del Penal y si bien el arma no fue hallada, secuestraron 110 cuchillos, 30 celulares, ropa utilizada por los internos para intentar fugarse (similar o igual a la que utilizan los policías) y escaleras caseras que iban a ser utilizadas para futuros intentos de escape.
También hallaron dos preservativos con droga en su interior. "En el caso de las mujeres que vienen de visita lo ingresan en la vagina y los hombres en la zona anal", reconoció una fuente penitenciaria al explicar cómo se las ingenian algunos para ingresar, en su mayoría, pastillas de distinto tipo.
La requisa fue seguida de cerca por la fiscal Elsa Alasino y el juez de Ejecución Penal, Juan Pablo Chirinos.
No fueron pocos los reclamos de familiares que durante varias horas permanecieron en las puertas de la cárcel a la espera de que se habilite el horario especial para que los reclusos puedan recibir a sus visitantes.