El programa, a través del gobierno nacional y del Ministerio de Desarrollo Territorial, financia en todo el territorio neuquino proyectos productivos para familias de bajos recursos de zonas rurales.
Neuquén > El Programa de Desarrollo Rural de la Patagonia (Proderpa) que el gobierno nacional financia en la provincia destinó desde 2011 a la fecha 30,6 millones de pesos para proyectos aprobados, ejecutados y en ejecución, vinculados a mejorar la situación económica y social de las poblaciones rurales de menores recursos.
El objetivo del Proderpa es respaldar la capacidad de generación de ingresos de estos sectores poblacionales, ayudando a transformar las actividades económicas de subsistencia en pequeñas empresas sustentables. Se les proporciona a estas organizaciones –que pueden ser familias, cooperativas o asociaciones– un acceso a los mercados rurales y a servicios de apoyo técnico centrados en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, artesanales y de turismo.
En la provincia, muchas de las acciones estuvieron asignadas a paliar las situaciones generadas por la sequía y las cenizas. No obstante, Javier Van Houtte, subsecretario de Producción, indicó que el objetivo de la implementación de este programa es atacar cuestiones estructurales. “Las tareas se realizan en ámbitos participativos con las asociaciones. Y la idea es que, en vez de ponernos en la cola del reclamo para un subsidio, la provincia tome este crédito internacional para que las familias rurales puedan desarrollar los proyectos”, apuntó el funcionario.
Entre los proyectos que ya concluyeron, vinculados con la actividad agrícola-ganadera, se encuentra el de las familias del grupo Costa del Río Colorado. Las tareas realizadas allí previstas para el corto plazo fueron la construcción de cobertizos, mejoramiento de los corrales, implementación de botiquín sanitario, suplementación de animales gestantes, cerramiento de vegas, implementación de pastura de alfalfa y análisis de fibra cashmere.
Y para el largo plazo se espera poder realizar obras de agua para riego de pasturas, consumo animal y humano, siembra de forraje, compra de reproductores de óptima calidad genética, realización de invernaderos y huertas, como así también la construcción de gallineros.
Otro proyecto similar se llevó adelante en Aluminé con la comunidad Catalán, donde se trabajó para reducir las pérdidas de ganado por incidencia climática y se aumentó la actividad de pequeños productores crianceros (caprinos y ovinos), mediante la instalación de cobertizos y el cerramiento y siembra con cebadilla y alfalfa de 13 parcelas de una hectárea cada una.
En ejecución
Entre los proyectos que ya se pusieron en marcha está el que involucra a la Asociación de Fomento Rural (AFR) de los Chihuidos, con la construcción de un galpón de acopio de forraje de 150 metros cuadrados, que involucra a 60 familias de crianceros y que tuvo como propósito el mejoramiento de la actividad productiva de la zona.
El galpón permite facilitar la asignación del producto, brindando el espacio apropiado para el acopio, permitiendo así cumplir en tiempo y forma con el manejo propuesto para aumentar la tasa de extracción actual. Además, mejorará el poder de negociación de la AFR para la compra de insumos.
En cuanto a la actividad turística, se implementó un proyecto de puesta en valor de atractivos que ofrecerá la comunidad mapuche Vera en San martín de los Andes, que consiste en la terminación de la obra del Centro Cultural Mapuche, los senderos y el mirador, además de brindar capacitaciones y acompañamiento técnico a la comunidad.
Durante la temporada de esquí comenzó a funcionar, ofreciendo a los visitantes comidas típicas mapuches en el área de comedor.
En Aluminé también está en ejecución algo similar con la Mesa de Arte y Artesanía Mapuche, que involucra a 100 artesanos. El objetivo, en este caso, es revalorizar estos productos a través de la generación de valor agregado sobre una materia prima producida por las mismas comunidades con la comercialización en ferias y en puestos de venta de cada comunidad.
Otro proyecto que comenzó a cristalizarse fue la compra de maquinarias para la producción y procesamiento de hierbas aromáticas en la zona centro de la provincia, con el objetivo de disminuir la necesidad de mano de obra en el proceso de limpieza de las hierbas y, asimismo, generar un fondo rotatorio que servirá para los trabajos de mantenimiento y funcionamiento de la maquinaria adquirida.
Los beneficiarios comenzaron a cultivar hierbas aromáticas acompañados inicialmente por el programa Pro Huerta de la Agencia INTA Zapala y, actualmente, por INTA Cambio Rural.