La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme un fallo del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro que impedía desalojar a una comunidad que habita a 100 kilómetros al este de Bariloche.
El conflicto con la comunidad tuvo su origen a comienzos de los años 90.
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En 2007, el STJ de esa provincia hizo lugar a un reclamo de la familia Galván Millapi y revocó la medida de la Cámara de Apelaciones, rechazando el pedido.
Bariloche (Télam) > La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme un fallo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro que impedía el desalojo de una familia mapuche del oeste de esa provincia, como había pedido un estadounidense mediante un recurso de queja.
El fallo de la Corte, emitido el 22 de febrero y dado a conocer el miércoles por la Justicia rionegrina, que había sostenido el mismo criterio, reconoce a la familia mapuche Galván Millapi el poblamiento ancestral de Paso de los Molles, a unos 100 kilómetros al este de Bariloche, en plena meseta patagónica.
El origen del conflicto se remonta a los años 90, cuando el estadounidense John Gilbert Ogilvie comenzó a comprar tierras en la zona del río Pichileufu que en los registros catastrales figuraban como fiscales, pero que eran habitadas históricamente por familias de pobladores rurales.
En uno de esos predios, de 2.500 hectáreas, Ogilvie entró en conflicto judicial con algunos integrantes de la familia Galván Millapi al intentar desalojarlos, en particular con las ancianas Dominga y Felisa Millapi, esta última no vidente.
Las mujeres, descendientes de los primeros pobladores mapuches de la región, resistieron la expulsión ante distintos tribunales y reclaman la propiedad ancestral de las tierras, que se remonta a unos 150 años.
En una primera instancia, en los ´90, un juzgado Civil y una Cámara de Apelaciones de Bariloche dieron la razón a Ogilvie en una causa de origen laboral por haber despedido a dos hombres de la familia que trabajaban para él. Luego quiso desalojar a todo el grupo. Ese intento fue respaldado inclusive por el entonces delegado de Tierras de Río Negro, Clodomiro Ferreyra, quien luego comenzó a trabajar para Ogilvie, pero se frustró al judicializarse y tomar difusión pública el caso.
Los Galván Millapi recurrieron el fallo de los jueces barilochenses y en 2007 el STJ hizo lugar a un reclamo de los pobladores originarios y revocó la medida de la Cámara de Apelaciones, rechazando el pedido de desalojo. Esa sentencia no abordó el fondo de la discusión pública, la propiedad efectiva de la tierra, pero consideró la legitimidad de los indígenas a continuar habitando el suelo ancestral.
Andrés Paillalef, militante indigenista cuya familia vive en la zona de Paso de los Molles, expresó su satisfacción por el fallo y dijo que "aunque no se haya basado en la cuestión de fondo, la propiedad de la tierra, sí en cuanto a la discusión sobre si se echa a pobladores o no".
El conflicto con la comunidad tuvo su origen a comienzos de los años 90.
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En 2007, el STJ de esa provincia hizo lugar a un reclamo de la familia Galván Millapi y revocó la medida de la Cámara de Apelaciones, rechazando el pedido.
Bariloche (Télam) > La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme un fallo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Río Negro que impedía el desalojo de una familia mapuche del oeste de esa provincia, como había pedido un estadounidense mediante un recurso de queja.
El fallo de la Corte, emitido el 22 de febrero y dado a conocer el miércoles por la Justicia rionegrina, que había sostenido el mismo criterio, reconoce a la familia mapuche Galván Millapi el poblamiento ancestral de Paso de los Molles, a unos 100 kilómetros al este de Bariloche, en plena meseta patagónica.
El origen del conflicto se remonta a los años 90, cuando el estadounidense John Gilbert Ogilvie comenzó a comprar tierras en la zona del río Pichileufu que en los registros catastrales figuraban como fiscales, pero que eran habitadas históricamente por familias de pobladores rurales.
En uno de esos predios, de 2.500 hectáreas, Ogilvie entró en conflicto judicial con algunos integrantes de la familia Galván Millapi al intentar desalojarlos, en particular con las ancianas Dominga y Felisa Millapi, esta última no vidente.
Las mujeres, descendientes de los primeros pobladores mapuches de la región, resistieron la expulsión ante distintos tribunales y reclaman la propiedad ancestral de las tierras, que se remonta a unos 150 años.
En una primera instancia, en los ´90, un juzgado Civil y una Cámara de Apelaciones de Bariloche dieron la razón a Ogilvie en una causa de origen laboral por haber despedido a dos hombres de la familia que trabajaban para él. Luego quiso desalojar a todo el grupo. Ese intento fue respaldado inclusive por el entonces delegado de Tierras de Río Negro, Clodomiro Ferreyra, quien luego comenzó a trabajar para Ogilvie, pero se frustró al judicializarse y tomar difusión pública el caso.
Los Galván Millapi recurrieron el fallo de los jueces barilochenses y en 2007 el STJ hizo lugar a un reclamo de los pobladores originarios y revocó la medida de la Cámara de Apelaciones, rechazando el pedido de desalojo. Esa sentencia no abordó el fondo de la discusión pública, la propiedad efectiva de la tierra, pero consideró la legitimidad de los indígenas a continuar habitando el suelo ancestral.
Andrés Paillalef, militante indigenista cuya familia vive en la zona de Paso de los Molles, expresó su satisfacción por el fallo y dijo que "aunque no se haya basado en la cuestión de fondo, la propiedad de la tierra, sí en cuanto a la discusión sobre si se echa a pobladores o no".