El joven de 23 años que causó la peor tragedia de la historia escolar de Brasil era hijo adoptivo de una familia de cinco hermanos y afirmaba ser portador del virus del SIDA
Un ex alumno entró al colegio Tasso da Silveira, al oeste de la ciudad brasileña, y descargó dos armas contra los estudiantes. El homicida se suicidó tras ser herido por la policía. De un total de 1.055 escuelas del municipio carioca, 300 sufren la violencia escolar
"Un niño baleado en la cara llegó pidiendo auxilio y contando que un hombre entró disparando a la escuela. Un equipo se quedó ayudando al alumno, mientras otros dos fueron hacia la escuela. El sargento Alves se enfrentó al tirador, que estaba en el segundo piso, subiendo hacia el tercero. El policía le disparó en la pierna y le ordenó que se rindiera. Enseguida, el hombre se disparó en la cabeza", contó el fiscal Fernandes, a cargo del caso.
Un empleado de maestranza de nombre Dorival Porto Rafael, que se encontraba en la escuela en el momento del ataque, le dijo a O Globo que el hombre "entró en la escuela diciendo que daría una conferencia. Fue a un salón de octavo grado, que está en el primer piso, y empezó a disparar". Siguió su derrotero hasta el segundo nivel y cuando iba rumbo al tercero, fue interceptado por la policía.
El hecho se produjo alrededor de las 8:30 de la mañana, hora local. El lugar fue inmediatamente cercado por los agentes. Los heridos fueron trasladados al hospital Albert Schweitzer, cercano a la escuela, en el barrio de Realengo.
Inicialmente se sospechaba que se trataba de un hombre de 24 años, padre de una estudiante que denunciaba acoso. Luego se supo que es un ex alumno de la institución.
Se confirmó que su nombre era Welington Menezes de Oliveira. El atacante dejó cartas explicando los motivos de su accionar, aunque no fueron difundidas.
La escuela tiene unos mil alumnos, 400 de los cuales cursan el turno mañana en edades que van de 9 a 14 años, en niveles que van del 4º al 9º.
Fue montada una sala para atender a los padres y parientes de los alumnos, que abarrotaron las adyacencias de la escuela buscando desesperadamente a sus hijos y rogando que estuvieran en buen estado.
Habló Dilma Rousseff
La presidenta de Brasil rindió homenaje a los "niños inocentes" que perdieron "su vida y su futuro" en la escuela en Rio de Janeiro. La mandataria declaró que "no era y no es característica de este país vivir este tipo de crimen. Estamos todos unidos en el repudio a este acto de violencia, contra niños indefensos. Por eso quiero rendir homenaje a estos niños inocentes que perdieron la vida y el futuro en este crimen"
Con la voz quebrada, Rousseff pidió "un minuto de silencio para que mostremos nuestro homenaje a estos brasileritos que fueron retirados tan prematuramente de la vida". Rousseff modificó su agenda no bien se conocieron los suceso en el colegio en la ciudad carioca.
Poco antes, el vocero de la presidencia, Rodrigo Baena, había informado que la mandataria ya se había comunicado telefónicamente con el gobernador Sergio Cabral, y con el alcalde de la ciudad de Río, Eduardo Paes, para informarse sobre lo ocurrido.
Un ex alumno entró al colegio Tasso da Silveira, al oeste de la ciudad brasileña, y descargó dos armas contra los estudiantes. El homicida se suicidó tras ser herido por la policía. De un total de 1.055 escuelas del municipio carioca, 300 sufren la violencia escolar
"Un niño baleado en la cara llegó pidiendo auxilio y contando que un hombre entró disparando a la escuela. Un equipo se quedó ayudando al alumno, mientras otros dos fueron hacia la escuela. El sargento Alves se enfrentó al tirador, que estaba en el segundo piso, subiendo hacia el tercero. El policía le disparó en la pierna y le ordenó que se rindiera. Enseguida, el hombre se disparó en la cabeza", contó el fiscal Fernandes, a cargo del caso.
Un empleado de maestranza de nombre Dorival Porto Rafael, que se encontraba en la escuela en el momento del ataque, le dijo a O Globo que el hombre "entró en la escuela diciendo que daría una conferencia. Fue a un salón de octavo grado, que está en el primer piso, y empezó a disparar". Siguió su derrotero hasta el segundo nivel y cuando iba rumbo al tercero, fue interceptado por la policía.
El hecho se produjo alrededor de las 8:30 de la mañana, hora local. El lugar fue inmediatamente cercado por los agentes. Los heridos fueron trasladados al hospital Albert Schweitzer, cercano a la escuela, en el barrio de Realengo.
Inicialmente se sospechaba que se trataba de un hombre de 24 años, padre de una estudiante que denunciaba acoso. Luego se supo que es un ex alumno de la institución.
Se confirmó que su nombre era Welington Menezes de Oliveira. El atacante dejó cartas explicando los motivos de su accionar, aunque no fueron difundidas.
La escuela tiene unos mil alumnos, 400 de los cuales cursan el turno mañana en edades que van de 9 a 14 años, en niveles que van del 4º al 9º.
Fue montada una sala para atender a los padres y parientes de los alumnos, que abarrotaron las adyacencias de la escuela buscando desesperadamente a sus hijos y rogando que estuvieran en buen estado.
Habló Dilma Rousseff
La presidenta de Brasil rindió homenaje a los "niños inocentes" que perdieron "su vida y su futuro" en la escuela en Rio de Janeiro. La mandataria declaró que "no era y no es característica de este país vivir este tipo de crimen. Estamos todos unidos en el repudio a este acto de violencia, contra niños indefensos. Por eso quiero rendir homenaje a estos niños inocentes que perdieron la vida y el futuro en este crimen"
Con la voz quebrada, Rousseff pidió "un minuto de silencio para que mostremos nuestro homenaje a estos brasileritos que fueron retirados tan prematuramente de la vida". Rousseff modificó su agenda no bien se conocieron los suceso en el colegio en la ciudad carioca.
Poco antes, el vocero de la presidencia, Rodrigo Baena, había informado que la mandataria ya se había comunicado telefónicamente con el gobernador Sergio Cabral, y con el alcalde de la ciudad de Río, Eduardo Paes, para informarse sobre lo ocurrido.