Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

Chimentos empresariales para cerrar febrero

En los encuentros empresarios se charlan temas recurrentes. El tema mapuche siempre está, con quejas múltiples. Curiosidades de un fallo super millonario. Y otras cuestiones menores amenizadas por la buena mesa.

    * Cena en un quincho cercano al río Limay donde un grupo de empresarios se reunió para debatir lo que se viene en los negocios y al que asistió un periodista de este diario. El anfitrión, gran cocinero, recibió a los invitados con unas tradicionales empanadas fritas de carne picada a cuchillo y de pollo, pero bajo la modalidad “picante” por lo que un malbec “Séptimo Día” 2005 comenzó a correr con generosidad desde temprano. Distendida charla desde un principio, los hombres de negocios se refirieron a la siempre conflictiva relación que vincula a la actividad hidrocarburíferas con las comunidades mapuches asentadas en sus áreas de trabajo,  y los pedidos que enfrentan para poder ingresar a los yacimientos. Primero se habló del fallo de un juez que favoreció a una comunidad mapuche en Piedra del Aguila, hecho que fue muy promocionado mediáticamente, a diferencia de otras situaciones, de las que hay centenares. Se comentó así que una comunidad mapuche, muy cercana a una central térmica y yacimiento gasífero le reclamó a una subcontratista para permitirle el ingreso al campo, que le construyan un pisadero para sus caballos. Le pidió además que se la iluminara, cosa de hacer sus menesteres de noche. No contento con esto, después reclamó el 10 por ciento de las utilidades que obtendría la empresa por el contrato obtenido para hacer los trabajos y a las pocas semanas ya se despachó con el 10 por ciento del monto del contrato.
    * “Otra subcontratista quiso negociar de mala manera y directamente se tuvo que ir dado que no le permitieron el ingreso al área y tuvieron que llamar a otra empresa para cubrirla. Eso si, para facilitarle el trabajo a las empresas con el fisco cuentan con facturas para que puedan descargar impositivamente todo” precisó uno de los empresarios presentes muy ofuscados por este tema. Se supo de boca de otro comensal que la cabeza de esta comunidad que suele montar a caballo cuando hay que realizar alguna protesta cuenta con una casa digna de una serie norteamericana en Beverly Hill, con pileta, vehículo importado en la puerta, y que acaba de adquirir un par de campos más, cercanos a la ruta.
    * Otro empresario relató la pérdida en divisas que generan las protestas de algunas comunidades mapuches y de las cuales nadie se hace cargo y que integran el argumento de las empresas cuando le reclaman al gobierno provincial mayor seguridad jurídica. Hizo así referencia a que una empresa estaba perforando un pozo de tight gas y fueron ocupadas las instalaciones por una comunidad, lo que obligó a paralizar las actividades que se encontraban en un momento crítico porque la perforación había dejado de ser vertical para comenzar a ser horizontal. Pese a que en menos de 24 horas la protesta fue desactivada, a la empresa le significó que una parte de la cañería quedada trabada en el pozo, con lo cual se le debió realizar un desvío para eludir la obstrucción y luego retomar el itinerario proyectado en busca del objetivo geológico. Obviamente, esto significó varios miles de dólares perdidos a costo de la empresa.
    * Para distender la conversación, el anfitrión trajo a la mesa unos bocaditos de jamón crudo ahumado, de pasta de roquefort, manteca y coñac, y muzzarella con aceite de oliva, lo cual además ayudó a engrosar las prominentes cinturas de aquellos que regresaron de las vacaciones.
      Como el tema pasó al sobrepeso, se contó la anécdota vivida por un gerente de una petrolera en momentos en que estaba por ingresar junto a su esposa a un supermercado con patios de comida. El hombre, canoso y que gozó de vacaciones en playas del Caribe se encontró con un amigo al momento de ingresar al supermercado, quien ácido en el análisis le preguntó si iba al centro comercial a comprarse un corpiño por la forma en la que le habían crecido los pechos. Luego de las risotadas y otras bromas chabacanas, el amigo le aconsejó que vaya a un gimnasio para bajar esos kilos que había sumado, a lo que la mujer del empresario, que se había quedado en silencio observando la escena saltó con un “más que gimnasio lo que tiene que hacer es cerrar la boca y dejar de comer”.
      Tras un silencio sepulcral, los amigos se saludaron y dejaron la charla para otro momento menos crítico.
    * Debido a que la conversación había sido acaparada por hombres vinculados al negocio hidrocarburífero se dieron detalles de la primera reunión que se llevó a cabo en Buenos Aires entre las empresas y el sindicato de petroleros privados que conduce Guillermo Pereyra con el fin de acordar las mejoras salariales que se pueden llegar a otorgar en el corriente año. Según comentó uno de los presentes, Pereyra presentó para que sea debatido un nuevo convenio colectivo de trabajo, muy similar al de Chubut. En el escrito, además de plantear sin cifras una mejora salarial, el gremio avanzó en pedir la coparticipación de las ganancias de las empresas con los empleados y sutilmente se aconsejó que las petroleras contraten la ART que acaba de crear el sindicato de petroleros privados.
    * Otro sector que está con medidas de fuerza es el relacionado a los profesionales que prestan servicios en Transener, la mayor transportista de energía del país en extra alta tensión y que está en manos de Pampa Energía y Electroingeniería, dos empresas con buenos nexos con el gobierno nacional. Los profesionales que están con quite de colaboración desde el viernes 18 de febrero reclaman el pago de las horas extras desde julio del año pasado, y el correspondiente a la modificación de un premio anual basado en la productividad y resultados.
    * Mientras llegaban como plato principal unos lomos de liebre asados con salsa de oporto y puré de zanahorias, se dieron detalles del juicio que perdió la petrolera Chevron en Ecuador, donde la condenaron a pagar
      8.646 millones de dólares por daños y perjuicios más el 10 % (846 millones de dólares) para el Frente de Defensa de la Amazonía. La petrolera consideró que el veredicto es el resultado del fraude y va en contra de las pruebas legítimas y científicas presentadas en el juicio. Uno de los presentes explicó que los 8.646 millones de dólares por concepto de “daños” puede hallarse en el esquema del informe fraudulento del "perito global" Richard Cabrera, que fue preparado por Stratus, una consultora ambiental de Colorado, el abogado estadounidense de los demandantes, Steven Donziger y sus ayudantes. Para explicar la situación, el informante que sigue atentamente el juicio que llevan adelante los superficiarios de la Patagonia contra las empresas petroleras que operan en la región y que está en manos de la Suprema Corte de Justicia, sacó su notebook y detalló el desglose de la millonaria cifra de la condena: 1) 600 millones de dólares para la remediación del agua subterránea (a pesar de que no existen pruebas de contaminación de dichas aguas y del reconocimiento por parte del abogado y consultores de los demandantes de Lago Agrio de que no existen dichas pruebas).2) 5.396 millones de dólares para la remediación del suelo (más de 50 veces el monto que el gobierno de Ecuador recientemente calculó que sería necesario para remediar toda la zona, incluidos los impactos mucho más importantes ocasionados por las operaciones de Petroecuador desde 1990). 3) 200 millones en concepto de daños a la flora y fauna nativas (a pesar de la falta de datos científicos confiables y el hecho de que la colonización e industrialización de la región fueron exigidas bajo las políticas oficiales del gobierno de Ecuador).4) 150 millones de dólares para agua potable (a pesar de que no existen datos científicos confiables que demuestren alguna clase de contaminación del agua potable ocasionada por las actividades de Texaco Petroleum Company ("TexPet") anterior a 1992 (cuando la propiedad y operación de los campos petroleros pasaron a manos de Petroecuador.) 5) 1.400 millones de dólares para la provisión de servicios para el cuidado de la salud (a pesar de la falta de datos científicos confiables que demuestren que hubo un impacto en la salud ocasionado por los actos de TexPet antes de 1992). 6) 100 millones de dólares por daños a la “cultura indígena” (a pesar de que la colonización e industrialización de la región fueron impuestas por políticas oficiales del gobierno ecuatoriano). 7) 800 millones de dólares por “exceso de mortalidad a causa de cáncer” (a pesar de los datos irrefutables que indican que no hay una mayor incidencia de cáncer en el área y la ausencia de datos científicos confiables que indican causalidad de una sola muerte por cáncer).
    * Oficialmente, la petrolera consideró que “la sentencia ignora las pruebas contundentes de fraude, confabulación, corrupción y otras conductas impropias por parte de los abogados y consultores de los demandantes de Lago Agrio, las cuales han surgido de las tomas descartadas de crudo y de otras pruebas”. “Si esto no es la industria del juicio…” concluyó el comensal alertando sobre los continuos cambios que se están dando en las legislaciones provinciales relacionadas a normas ambientales y procedimientos.