Un grupo de detenidos del penal de la ciudad rionegrina de General Roca intentó fugarse de la cárcel a través de un túnel de 32 metros de largo que cavó a 2 de profundidad, en lo que fue considerado por las autoridades el conducto "más largo de la historia de la cárcel".
Los reclusos no lograron escapar dado que la obra fue detectada el lunes por agentes penitenciarios del Establecimiento de Ejecución Penal ante una revisión de emergencia, luego de que desconocidos balearan las murallas de la cárcel.
Los guardias pudieron hallar el túnel, cavado a dos metros de profundidad, ante las sospechas que generó un ataque a balazos perpetrado desde un automóvil contra una pared del penal y que resultó una maniobra distractiva para que los reclusos pudieran escapar mientras los penitenciarios respondían a los disparos.
El director del penal, Emilio Martínez, señaló que la obra era "el túnel más largo de la historia de la cárcel" y estimó que habría sido construido en "un trabajo muy rápido" porque pocos días atrás hubo una requisa muy profunda en el penal.

El túnel fue descubierto en la celda 8 del pabellón 4 por los agentes, que tras la balacera observaron movimientos extraños en el pabellón y comenzaron a investigar.
Según las autoridades penitenciarias el túnel fue cavado a 2 metros de profundidad y tenía 32 metros de largo, con un diámetro de entre 40 y 70 centímetros.
El conducto atravesaba la celda nueve y salía hacia la parte externa del penal, entre el murallón norte y un gimnasio, donde los reclusos tenían previsto saltar con ganchos hacia la calle.
Martínez señaló a la prensa local que con los disparos desde el automóvil se buscó "evitar que el personal se desplazara hacia donde estaba la salida del túnel".
Agentes de Criminalística de la Unidad Regional Segunda de la Policía realizó pericias y detectó herramientas de fabricación casera y cables de electricidad que iluminaban el túnel.
Los voceros señalaron que los presos lograron avanzar con la obra porque el suelo es arenoso, lo que facilitó el ocultamiento del terreno removido, y por la proximidad de una construcción que genera ruido constante con su obra.