Marcela Robeda, defensora adjunta de minoridad, sostiene que no se aplican los programas para evitar conflictos con bandas de jóvenes en el Oeste.
Neuquén > En una entrevista con diputados, Marcela Robeda, defensora adjunta del niño y el adolescente, advirtió que muchos programas de la Ley 2302 no se cumplen y por eso el Estado falla en la prevención de los conflictos con bandas de jóvenes en el oeste capitalino. Además, sostuvo que los hogares de menores tienen “muchísimas falencias”, que no se deben exclusivamente a la falta de recursos.
Robeda ganó el concurso para asumir la titularidad del cargo que ocupa hoy en la Defensoría del Niño y el Adolescente Nº 2 de esta ciudad. Ayer la entrevistaron en la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura, para evaluar si votan a favor de su nombramiento. Tras el diálogo con los diputados, se envió su pliego para tratarlo en la próxima sesión, momento en que definirán si accede al puesto.
En la reunión, la postulante se mostró crítica con la forma en que se aplica la Ley Provincial 2302 y con el estado de los hogares infantiles, que recorre a menudo. Señaló que no se cumplen los programas de prevención estipulados en la norma, lo que deja a la Justicia sin “dispositivos para las bandas del Oeste”, donde los adolescentes suelen ser utilizados por mayores para cometer delitos. “Hay una respuesta escasa o que llega tarde, que obliga a tomar medidas excepcionales que no tienen ningún tipo de resultado”, lamentó.
Subrayó que “algo está fallando, que es la prevención”, y opinó que la salida al problema no es la baja en la edad de imputabilidad, dado que “es una solución que no soluciona nada”. Indicó que sí ve con buenos ojos la sanción de una ley penal para adolescentes y los programas de socialización.
Estimó que “los delitos que cometen los adolescentes son delitos torpes y en general contra la propiedad”, aunque los noticieros sólo muestren casos graves, como homicidios.
La defensora cuestionó también el estado de los hogares donde se alojan los menores judicializados. Dijo que como parte de su trabajo los recorre a menudo y que “hemos encontrado muchísimas falencias”. Mencionó como caso emblemático el hogar Hueli Hue, que debió ser remodelado por las malas condiciones en que vivían los menores, y señaló que muchas veces no se debe a problemas presupuestarios. "Hay cuestiones que son de higiene, como una cocina en mal estado", relató.
Contó que tiempo atrás elaboró un proyecto de modificación de la Ley 2302 para incorporar otros puntos que ya están en la legislación nacional, aunque “con baches”. Mencionó que una de sus propuestas es crear un cuerpo de abogados especializados en niñez que dependa del Poder Judicial.
El próximo martes, la comisión de la Legislatura evaluará a otra postulante para defensora adjunta del niño y adolescente, Paula Castro Liptak.