La marcha se realizó ayer por la tarde en Junín de los Andes. -
Junín de los Andes > Los hermanos del policía José Aigo, asesinado el 7 de marzo pasado durante un procedimiento de control de rutina, volvieron a cargar con fuerza contra el juez Joaquín Cosentino, a quien no sólo trataron de “incompetente” sino que además se preguntaron si “está cubriendo a alguna banda de delincuentes, narcos, guerrilleros, o si forma parte de ellas”. En este caso, presentaron un escrito al Consejo de la Magistratura, para que intervenga en la causa.
Además se realizó ayer una marcha en reclamo de justicia, organizada por la familia de José Aigo, que contó con una gran cantidad de manifestantes.
La familia Aigo manifestó su “repudio por el presunto mal desempeño del juez Cosentino, en su carácter de juez subrogante, lo que impide la actuación de la fiscalía, la querella y omite o demora ordenar medidas urgentes, dando un evidente trato privilegiado a (Juan Marcos) Fernández y mostrando un completo desinterés en saber la verdad material de lo que sucedió la noche del asesinato”.
Además, los familiares solicitan “encarecidamente a las autoridades de la Justicia provincial y nacional que tomen cartas en el asunto para controlar las acciones de sus inferiores y de esta manera se tomen medidas urgentes en la investigación y no se siga entorpeciendo la causa judicial por parte del juez Cosentino”.
Diligencias
Respecto de la libertad de Juan Marcos Fernández, la familia del policía asesinado se queja airadamente porque a su entender “el juez solamente se basó en la declaración testimonial de Fernández para darle su libertad y no dispuso medidas a los fines de corroborar los dichos de esta persona”.
Para ellos el juez debería haber pedido un allanamiento en el domicilio del joven, también debió tomar declaración testimonial a su esposa, esperar los resultados de la requisa o pericias que se debían realizar en el vehículo de su propiedad, aguardar que sea ubicado o bien que sean detenidos los prófugos.
En cuanto a la calidad de testigo del hijo del intendente Juan Carlos Fernández, los hermanos Aigo se preguntan: “¿Cómo puede ser que Fernández, quien en principio fue parte del grupo que asesinó a nuestro hermano, de pronto pase a ser un testigo del hecho?”.
Para los familiares, el único testigo es el oficial Guerrero, quien detuvo a Fernández y tuvo que viajar con Aigo herido hacia el hospital. “Esto nos da a entender que la palabra del oficial no tiene valor ni peso alguno”, agregaron.
Además la familia destacó “los esfuerzos que hizo el fiscal de la causa, Manuel González, quien solicitó a este juez incompetente, que considere el arresto preventivo de este asesino, imputándole el encubrimiento por el falso testimonio que estaba brindando, lo que ocasiona perjuicios en la investigación”.
También se preguntaron si Juan Marcos Fernández puede “estar comunicándose con el resto del grupo de asesinos y, de ser así, “si el juez Cosentino está cubriendo alguna banda o forma parte de ellas”.
En cuanto a las diligencias ordenadas por el juez y tras hacer un detallado cronograma, los hermanos del policía asesinado señalaron que “es inexplicable que luego de diez días el juez ordene el allanamiento del domicilio de Fernández en el paraje Mallín Ahogado, siendo que debió ser una de las primeras medidas que debió adoptar, luego de recepcionarle la declaración testimonial a esta persona, a los fines de corroborar sus dichos”.
La familia Aigo intentó dejar en claro que “los funcionarios de esta jurisdicción, ante un hecho de tanta gravedad, no poseen la experiencia ni los conocimientos necesarios para llevar adelante una investigación, que logre obtener a los culpables”.