Sucedió en el Hospital Pedro de Elizalde, la ex Casa Cuna. Se trata de un caso inédito en el sistema de salud argentino. La operación fue exitosa y el recién nacido sobrevivió
Alan nació con apenas 28 semanas de gestación. Su situación era acuciante: tanto su corazón como su cerebro y el pulmón estaban seriamente comprometidos por una hemorragia cerebral y un cuadro de infección generalizada severo.
Pero no era lo único. Al comenzar a tratar al recién nacido, los médicos descubrieron que además tenía una “masa infecciosa que le ocupaba un 70 por ciento de la aurícula del corazón, que podía incluso llegar al pulmón e implicaba un claro riesgo de muerte”, según recordó el jefe de Cirugía Cardiovascular del Pedro de Elizalde.
En diálogo con el diario Muy, el profesional contó que decidieron realizarle una cirugía a corazón abierto, que duró seis horas. Es la primera vez que se practica una operación de ese estilo en un bebé prematuro, y de solo 800 gramos, destacó.
Afortunadamente, todo salió como lo deseaban y hoy, 50 días después de esa “hazaña”, Alan evoluciona favorablemente. Actualmente pesa 1700 kilogramos, respira por sus propios medios y se espera que se recupera pronto.
Alan nació con apenas 28 semanas de gestación. Su situación era acuciante: tanto su corazón como su cerebro y el pulmón estaban seriamente comprometidos por una hemorragia cerebral y un cuadro de infección generalizada severo.
Pero no era lo único. Al comenzar a tratar al recién nacido, los médicos descubrieron que además tenía una “masa infecciosa que le ocupaba un 70 por ciento de la aurícula del corazón, que podía incluso llegar al pulmón e implicaba un claro riesgo de muerte”, según recordó el jefe de Cirugía Cardiovascular del Pedro de Elizalde.
En diálogo con el diario Muy, el profesional contó que decidieron realizarle una cirugía a corazón abierto, que duró seis horas. Es la primera vez que se practica una operación de ese estilo en un bebé prematuro, y de solo 800 gramos, destacó.
Afortunadamente, todo salió como lo deseaban y hoy, 50 días después de esa “hazaña”, Alan evoluciona favorablemente. Actualmente pesa 1700 kilogramos, respira por sus propios medios y se espera que se recupera pronto.