Pasó tanta arena como para hacer una presa.
El material es conducido a través del vertedero.
ALICURA (Martín Belvis, enviado especial).- Por el vertedero de Alicura ya pasó un volumen de arena y piedra volcánica equivalente a la estructura de una presa pequeña. Semejante cantidad de material está en viaje hacia el embalse de Piedra del Águila pero los ingenieros creen que luego del periplo que las llevó desde el sudoeste del lago Nahuel Huapi hasta allí, el material se desgastó, comenzó a precipitar y difícilmente llegue a la presa siguiente.
Ésta es la segunda vez en la historia (fuera de los ensayos anuales) que se abre el vertedero de Alicura.
En Hidroeléctrica Alicura, que pertenece a la estadounidense AES, encendieron la alerta apenas entró en erupción el volcán Puyehue-Cordón Caulle, el 4 de junio pasado. Y cuando la arena y las piedritas entraron en la naciente del río Limay ya tenían previsto qué hacer: conducir esa masa flotante hacia el vertedero mediante la colocación de una manga como las que se usan para controlar derrames petroleros en cursos de agua, con el fin de evitar que entre en las turbinas y, con su poder abrasivo, dañe los álabes o el rotor. La empresa sabe del poder corrosivo del elemento. (Ver aparte)
Alicura, que fue puesta en marcha por Hidronor en 1984, fue diseñada de manera que la toma de agua para la central y el vertedero fuera una sola: una dársena cavada en la roca de la margen izquierda y revestida de hormigón.
En el medio de esa dársena flotan permanentemente dos mangas (una de reaseguro) que conducen el agua de superficie hacia el vertedero. Hacia las turbinas pasa la que no está en contacto con el aire.
El vertedero tiene tres vanos con sus compuertas radiales. Se abren hacia arriba, de manera que el agua pase por debajo.
La operación anticenizas se concentró en uno de los vanos (el central, los otros quedaron cerrados) y consiste en su cierre parcial mediante la colocación de ataguías (del árabe attaqíyya, prevención), que son barreras fijas de acero, hasta un nivel apenas inferior al del pelo de agua, que de esta manera se derrama como un vaso rebasado y deja pasar sólo lo superficial.
Para evitar el derroche de agua, que para una hidroeléctrica es como combustible, abrieron levemente la compuerta para que el agua baje por el compartimiento que se forma entre esta estructura y la ataguía, y se libere hacia el vertedero.
Lo que se ve en la superficie, antes de entrar al vertedero, es como si la presa tuviera un sumidero que chupa el agua con la arena y las piedritas que flotan.
Oscar Artero, director de Generación Hidroeléctrica de AES Argentina, explicó que calculan que para cuando la operación haya terminado y el embalse no tenga más ese material en suspensión (dentro de poco), por Alicura habrán pasado 5.000.000 de metros cúbicos de arena y piedra volcánica.
El dato no es menor ya que Alicura, que es una presa del tipo de materiales sueltos, tiene un volumen de 13.000.000 de metros cúbicos y una más pequeña, como Arroyito, sólo 4.000.000.
La energía con la que el vertedero nutre al río, más la fuerza del disipador de energía del cuenco amortiguador, ayudan a degradar el material volcánico. Hidroeléctrica Piedra del Águila ya recorrió su embalse, que es de grandes dimensiones, y lo que trascendió es que, por ahora, no hay allí una presencia similar de material volcánico. Se presume que se dispersó y que, en gran parte, precipitó hacia el lecho del lago.
El material es conducido a través del vertedero.
ALICURA (Martín Belvis, enviado especial).- Por el vertedero de Alicura ya pasó un volumen de arena y piedra volcánica equivalente a la estructura de una presa pequeña. Semejante cantidad de material está en viaje hacia el embalse de Piedra del Águila pero los ingenieros creen que luego del periplo que las llevó desde el sudoeste del lago Nahuel Huapi hasta allí, el material se desgastó, comenzó a precipitar y difícilmente llegue a la presa siguiente.
Ésta es la segunda vez en la historia (fuera de los ensayos anuales) que se abre el vertedero de Alicura.
En Hidroeléctrica Alicura, que pertenece a la estadounidense AES, encendieron la alerta apenas entró en erupción el volcán Puyehue-Cordón Caulle, el 4 de junio pasado. Y cuando la arena y las piedritas entraron en la naciente del río Limay ya tenían previsto qué hacer: conducir esa masa flotante hacia el vertedero mediante la colocación de una manga como las que se usan para controlar derrames petroleros en cursos de agua, con el fin de evitar que entre en las turbinas y, con su poder abrasivo, dañe los álabes o el rotor. La empresa sabe del poder corrosivo del elemento. (Ver aparte)
Alicura, que fue puesta en marcha por Hidronor en 1984, fue diseñada de manera que la toma de agua para la central y el vertedero fuera una sola: una dársena cavada en la roca de la margen izquierda y revestida de hormigón.
En el medio de esa dársena flotan permanentemente dos mangas (una de reaseguro) que conducen el agua de superficie hacia el vertedero. Hacia las turbinas pasa la que no está en contacto con el aire.
El vertedero tiene tres vanos con sus compuertas radiales. Se abren hacia arriba, de manera que el agua pase por debajo.
La operación anticenizas se concentró en uno de los vanos (el central, los otros quedaron cerrados) y consiste en su cierre parcial mediante la colocación de ataguías (del árabe attaqíyya, prevención), que son barreras fijas de acero, hasta un nivel apenas inferior al del pelo de agua, que de esta manera se derrama como un vaso rebasado y deja pasar sólo lo superficial.
Para evitar el derroche de agua, que para una hidroeléctrica es como combustible, abrieron levemente la compuerta para que el agua baje por el compartimiento que se forma entre esta estructura y la ataguía, y se libere hacia el vertedero.
Lo que se ve en la superficie, antes de entrar al vertedero, es como si la presa tuviera un sumidero que chupa el agua con la arena y las piedritas que flotan.
Oscar Artero, director de Generación Hidroeléctrica de AES Argentina, explicó que calculan que para cuando la operación haya terminado y el embalse no tenga más ese material en suspensión (dentro de poco), por Alicura habrán pasado 5.000.000 de metros cúbicos de arena y piedra volcánica.
El dato no es menor ya que Alicura, que es una presa del tipo de materiales sueltos, tiene un volumen de 13.000.000 de metros cúbicos y una más pequeña, como Arroyito, sólo 4.000.000.
La energía con la que el vertedero nutre al río, más la fuerza del disipador de energía del cuenco amortiguador, ayudan a degradar el material volcánico. Hidroeléctrica Piedra del Águila ya recorrió su embalse, que es de grandes dimensiones, y lo que trascendió es que, por ahora, no hay allí una presencia similar de material volcánico. Se presume que se dispersó y que, en gran parte, precipitó hacia el lecho del lago.