Inauguró el período de sesiones ordinarias en la Legislatura. No hizo anuncios, pero enfatizó sorpresivamente la necesidad de atenerse a la verdad y mantener el respeto en “este año electoral”. Reiteró advertencias al sindicalismo y aludió de manera crítica a la oposición del “no permanente”.
Con una imprevista exhortación al “respeto y a la veracidad” de los hechos para que no se generen “daños irreparables” en la convivencia democrática, en un singular año electoral como calificó a este 2011, el gobernador neuquino Jorge Sapag inauguró el período de sesiones ordinarias en la Legislatura provincial.
Sapag no hizo ninguna referencia a cuestiones de estricta coyuntura, como el reclamo por equiparación de asignaciones familiares que han planteado los gremios, y mantuvo un eje muy firme aunque seguramente decepcionante para sindicatos y oposición: condenó la posición de aquellos que defienden “el no permanente”; reivindicó nuevamente la educación como un “servicio público esencial” y sugirió directamente no hacer huelgas este año; y defendió enfáticamente las cuentas públicas asignando a los municipios la reiteración de una advertencia: que mejoren sus cuentas fiscales porque la provincia no acudirá siempre a su socorro.
Entre las pocas novedades que se pudo detectar en el mensaje, vale señalar el anuncio de presentación de un proyecto de ley para “regular la asistencia solidaria, implementando un sistema de subsidios”. Señaló en este sentido que “revertir la exclusión social, es una misión de una sociedad que se precie de ser democrática”.
“El año 2011 será eminentemente electoral, apreció el gobernador, para destacar enseguida que “son legítimas y válidas todas las expresiones”, pero que “el progreso y la paz social deben ser promovidos por encima” de los intereses sectoriales o personales.
Inevitablemente llamó la atención que Sapag enfatizara en la necesidad de mantener el “respeto por la verdad y la veracidad” porque en un contexto de libertad es “diferente cuando se desfigura deliberadamente la verdad”, y cuando “se tergiversan palabras o hechos”, ya que estas situaciones “generan daños irreparables en la convivencia democrática”.
Sostuvo en esa primera parte, la políticamente más reveladora de su largo y enumerativo discurso, que “hay quienes no pueden hablar sin agredir, sin insultar”. Según Sapag, tales comportamientos son propios de “una minoría, que no encuentra cómo ser interpretada por la comunidad”.
“En este año electoral tenemos que hacer un esfuerzo por la serenidad, la prudencia, el respeto”, sentenció el gobernador en un mensaje que fue interpretado como dirigido tanto a la oposición política del MPN como a los sindicatos estatales.
En reiteradas oportunidades, Sapag hizo mención a un extenso informe de gestión que se presentó como anexo al discurso, para justificar que no se extendería demasiado en detalles. Sin embargo, hizo una larga alusión a aspectos que ha considerado importantes de la gestión. Así, insistió en calificar como servicio público esencial a la educación, relativizando en ese sentido el derecho de huelga, y reclamó que se cumpla con los días de clases previstos.
“Si privamos a los alumnos de tener los días establecidos, seguramente los habremos privado de ese derecho fundamental, de ese servicio público esencial”, dijo Sapag.
Entre los conceptos del discurso que merecen destacarse, estuvo también la alusión a la situación de los municipios en el contexto económico de la provincia. “No puede la provincia estar todo el tiempo atendiendo los problemas municipales. Hay que adecuar las ordenanzas fiscales”, les recordó a los intendentes el gobernador.
Sin otras novedades de importancia, Sapag reiteró cuestiones conocidas de enfoque político sobre Neuquén, como por ejemplo el hecho de considerar el perfil energético como el fundamental. Destacó la renegociación de los contratos petroleros y sus efectos para contribuir a paliar la fuerte crisis internacional de 2008, enalteció el desarrollo de los yacimientos no convencionales, que equivalen en su proyección, dijo, a “tres Loma de la Lata” y a “50 años de reservas” para la provincia.
Y defendió las empresas públicas, particularmente al EPEN y al EPAS, sin olvidar una mención positiva para el ISSN y para el Banco Provincia. Incluso mencionó a Radio y Televisión de Neuquén (RTN) calificándola como la “principal generadora de contenidos” de la provincia.
Sapag terminó su discurso con una mención a Blas Pascal para destacar la importancia de la diversidad en la unidad.
El año más electoral quedó, de esta manera, inaugurado.
Con una imprevista exhortación al “respeto y a la veracidad” de los hechos para que no se generen “daños irreparables” en la convivencia democrática, en un singular año electoral como calificó a este 2011, el gobernador neuquino Jorge Sapag inauguró el período de sesiones ordinarias en la Legislatura provincial.
Sapag no hizo ninguna referencia a cuestiones de estricta coyuntura, como el reclamo por equiparación de asignaciones familiares que han planteado los gremios, y mantuvo un eje muy firme aunque seguramente decepcionante para sindicatos y oposición: condenó la posición de aquellos que defienden “el no permanente”; reivindicó nuevamente la educación como un “servicio público esencial” y sugirió directamente no hacer huelgas este año; y defendió enfáticamente las cuentas públicas asignando a los municipios la reiteración de una advertencia: que mejoren sus cuentas fiscales porque la provincia no acudirá siempre a su socorro.
Entre las pocas novedades que se pudo detectar en el mensaje, vale señalar el anuncio de presentación de un proyecto de ley para “regular la asistencia solidaria, implementando un sistema de subsidios”. Señaló en este sentido que “revertir la exclusión social, es una misión de una sociedad que se precie de ser democrática”.
“El año 2011 será eminentemente electoral, apreció el gobernador, para destacar enseguida que “son legítimas y válidas todas las expresiones”, pero que “el progreso y la paz social deben ser promovidos por encima” de los intereses sectoriales o personales.
Inevitablemente llamó la atención que Sapag enfatizara en la necesidad de mantener el “respeto por la verdad y la veracidad” porque en un contexto de libertad es “diferente cuando se desfigura deliberadamente la verdad”, y cuando “se tergiversan palabras o hechos”, ya que estas situaciones “generan daños irreparables en la convivencia democrática”.
Sostuvo en esa primera parte, la políticamente más reveladora de su largo y enumerativo discurso, que “hay quienes no pueden hablar sin agredir, sin insultar”. Según Sapag, tales comportamientos son propios de “una minoría, que no encuentra cómo ser interpretada por la comunidad”.
“En este año electoral tenemos que hacer un esfuerzo por la serenidad, la prudencia, el respeto”, sentenció el gobernador en un mensaje que fue interpretado como dirigido tanto a la oposición política del MPN como a los sindicatos estatales.
En reiteradas oportunidades, Sapag hizo mención a un extenso informe de gestión que se presentó como anexo al discurso, para justificar que no se extendería demasiado en detalles. Sin embargo, hizo una larga alusión a aspectos que ha considerado importantes de la gestión. Así, insistió en calificar como servicio público esencial a la educación, relativizando en ese sentido el derecho de huelga, y reclamó que se cumpla con los días de clases previstos.
“Si privamos a los alumnos de tener los días establecidos, seguramente los habremos privado de ese derecho fundamental, de ese servicio público esencial”, dijo Sapag.
Entre los conceptos del discurso que merecen destacarse, estuvo también la alusión a la situación de los municipios en el contexto económico de la provincia. “No puede la provincia estar todo el tiempo atendiendo los problemas municipales. Hay que adecuar las ordenanzas fiscales”, les recordó a los intendentes el gobernador.
Sin otras novedades de importancia, Sapag reiteró cuestiones conocidas de enfoque político sobre Neuquén, como por ejemplo el hecho de considerar el perfil energético como el fundamental. Destacó la renegociación de los contratos petroleros y sus efectos para contribuir a paliar la fuerte crisis internacional de 2008, enalteció el desarrollo de los yacimientos no convencionales, que equivalen en su proyección, dijo, a “tres Loma de la Lata” y a “50 años de reservas” para la provincia.
Y defendió las empresas públicas, particularmente al EPEN y al EPAS, sin olvidar una mención positiva para el ISSN y para el Banco Provincia. Incluso mencionó a Radio y Televisión de Neuquén (RTN) calificándola como la “principal generadora de contenidos” de la provincia.
Sapag terminó su discurso con una mención a Blas Pascal para destacar la importancia de la diversidad en la unidad.
El año más electoral quedó, de esta manera, inaugurado.