El presidente del Uruguay analizó el conflicto por las pasteras y reiteró que las relaciones con el gobierno de Cristina Kirchner no están bien. Consideró que esta crisis vincular es "más dura" que la que se generó cuando dijo "esta vieja es peor que el tuerto"
"Ellos tienen papeleras y las tienen que cambiar porque son de la época del ñaupa. Son de las que dañan al medioambiente. (Con Argentina) Andamos con las relaciones un poco obturadas. Veremos si las podemos arreglar". La declaración de José Mujicaexplota detrás de la cordillera de Los Andes, pero el eco se oye del lado argentino y la sentencia se suma a la larga lista de mensajes cruzados que alimentan la inestabilidad de un vínculo que desde hace tiempo se volvió complejo.
En una extensa entrevista con el diario El Mercurio, el presidente del Uruguay reabrió la polémica al recordar el conflicto que enfrentó a su administración con la que encabeza Cristina Kirchner, luego de que el gobierno que lidera decidiera autorizar a la pastera UPM-Botnia a incrementar su producción, pese al pedido en contrario del kirchnerismo.
"Tuve que tomar las medidas por los finlandeses. Nos estábamos jugando una fábrica que no es para mi gobierno, será para 2017, pero es importante para Uruguay. Porque este es un país pequeño y una inversión de 3.000 o 4.000 millones de dólares ¡es mucha plata! Y bueno, tengo la obligación de pelear por ello para mi país. Argentina, claro, estaba en período electoral y le cayó mal", expresó Mujica, en lo que fue la reafirmación del análisis que había realizado en el momento más álgido del conflicto, cuando consideró: "El gobierno argentino pierde racionalidad por las elecciones".
Con respecto a las trabas comerciales impuestas desde Argentina, el mandatario uruguayo señaló: "Somos un país pequeño y tenemos que ser rigurosamente abiertos. Pensar en Uruguay como un país autosuficiente es rayar en la locura. Nadie, grandes países, ni mucho menos un pequeño país, puede hacerlo".
En la misma nota, Mujica se vio obligado a recordar un episodio que generó una enorme polémica entre las administraciones de ambos países; al ser consultado sobre si esta crisis era más difícil que la del micrófono abierto (cuando en la previa de una conferencia de prensa dijo en voz baja, "esta vieja (por Cristina Kirchner) es peor que el tuerto") , el presidente del Uruguay fue contundente: "Esta es más dura".
Un antes y después
La relación entre los dos gobiernos también fue tema para el ministro de Industria, Energíay Minería de Uruguay, Roberto Kreimerman, quien expresó que su país confía en destrabar el comercio para poder reiniciar la exportación de sus productos a la Argentina, parcialmente suspendida desde hace algunos años debido a las medidas de restricción de ingreso de mercadería impuestas por las administración de Cristina Kirchner.
De todos modos, aunque negó que Mujica tenga planeado condicionar la venta de energía a las autoridades argentinas a cambio del cese de las trabas, el funcionario uruguayo consideró que el vínculo comercial entre los dos países puede mejorar, pero "nunca al nivel anterior, eso está claro".