Entre otras cosas, dicen que Granero usó fondos de la obra social para su casamiento.
Gustavo Granero, un “pingüino” kirchnerista ex secretario general de la Fatpren (Federación de Trabajadores de Prensa), dejó la obra social hace poco más de un mes con una deuda de $2,3 millones, según denuncian las actuales autoridades del gremio. Y enfrenta, además, una denuncia por malversación de fondos en el Juzgado de Instrucción Penal Nº 49.
Granero, ex redactor de Tiempo Sur -de Río Gallegos- y ex vicepresidente de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) hasta junio pasado, tuvo una meteórica carrera desde que asumió en Fatpren en 2007 y en la presidencia de la Obra Social de Prensa (OSPPRA).
Una auditoría de la Superintendencia de Obras Sociales, realizada a pedido de la actual conducción gremial, detectó que Granero pagó gastos de su boda con la colombiana Karen Cepeda, delegada de la FIP en Sudamérica, con fondos de la obra social. La boda se celebró el 22 de septiembre de 2012 en la estancia La Candelaria, de Lobos. Hubo 200 invitados. Los padrinos fueron la diputada y líder de La Cámpora, Juliana Di Tullio y Juan Bontempo. Granero es amigo personal de hace décadas de Bontempo, pingüino y santacruceño, jefe de la Superintendencia de Seguros.
“El recuento de los gastos de la boda llegó al menos a 140 mil pesos”, dijo el secretario gremial de Fatpren, Flavio Frangolini.
Granero llegó a Buenos Aires a vivir a un modesto departamento que le prestó el jefe de la CGT, Hugo Moyano, en 2007. Seis años después, cuando fue desplazado de la conducción gremial, alquilaba por 27.000 pesos mensuales un lujoso departamento en Puerto Madero, pagado en parte por la obra social.
Entre junio y noviembre de 2013 Granero realizó retiros de dinero por $450.000 de la obra social y sólo justificó $16.000. Todos estos datos figuran en la auditoría de la Superintendencia de Salud.
Granero, después de la firma del convenio de prensa en 2008, comenzó a gozar de un alto nivel de vida. Ocupaba los dos cargos, en la obra social y en el gremio. Además, hasta octubre de 2013 fue delegado en el Consejo Federal de la Comunicación Audiovisual, cuando las denuncias estaban en la Justicia y el escándalo era inevitable.
En 2011, Hugo Pafumi, ex prosecretario gremial de Fatpren, denunció irregularidades ante la Superintendencia de Obras Sociales. Poco después, el denunciante fue echado del gremio y la denuncia no avanzó.
En el 2013, finalmente Granero perdió su cargo en la Fatpren. Pero no se rindió fácil y resistió en la obra social.
El actual secretario general de Fatpren, Roberto Zorrilla explicó aClarín: “Nosotros conocíamos algunos gastos realizados. Fuimos a la Superintendencia y pedimos la auditoría. Se encontraron más cosas”. Entre esos gastos había pasajes de familiares de Granero a Rusia y Nueva York. Granero, con el guiño del consejo directivo de OSPPRA, elevó su salario desde junio pasado a $60.000.
Y desde julio no se le pagó a los proveedores, generando una deuda de un millón de pesos. Desde mayo de 2013 se adeudan cargas sociales y retenciones de Ganancias por $ 950.000. Además, en octubre Granero logró una gratificación de $ 80.000 en la obra social. Fue para “acondicionar su status con el resto de los presidentes de las demás obras sociales”, dijeron en Fatpren. Ya ni la última defensa que intentó ante la Superintendencia de Salud lo salvó: “Me persiguen porque soy kirchnerista de la primera hora”, dijo Granero.
Claro que eso no lo privó da darse sus buenos gustos: se compró una moto Ducati 1300, que tiene un costo de 25.000 dólares. Con esa moto realizó varias giras por el mundo, que incluyeron Irán y los Estados Unidos. Y como no podía ser de otra manera, el garage de esa moto lo pagaba también la obra social. Granero es vicepresidente del clubDueños de Ducati Argentina.