El ex empleado le mandó un mensaje de texto diciéndole: "Me cagaste la vida, te voy a matar, te voy a degollar". El intendente lo denunció.
Por MARIO CIPPITELLI
Neuquén > “Me cagaste la vida. Te voy a matar. Voy a agarrar un cuchillo y te voy a degollar, hijo de puta”, fue el mensaje de texto que recibió el intendente de Plottier, Andrés Peressini, en la medianoche del lunes. Estaba firmado por Carlos Álvarez, un ex empleado de planta política que había sido expulsado del equipo de colaboradores por actitudes violentas.
El intendente no dejó que las amenazas siguieran y le comentó a su esposa y a su hijo Francesco, de 19 años, el mal trance que estaba pasando. Ahí decidió radicar la denuncia. Llamó al jefe de seguridad y pautaron una reunión para explicarle al funcionario lo que le había ocurrido.
Cuando el jefe comunal estaba en la sala de espera de la comisaría, recibió un llamado desesperado de su mujer. Le avisaba que en su domicilio particular había llegado en taxi el hombre que lo había amenazado. En ese momento estaba discutiendo con su hijo en la vereda de su casa.
Furioso, el agresor le decía al joven que su padre le debía plata y que lo iba a matar, según pudo saber ayer este diario. Peressini salió disparado de la comisaría pensando lo peor; pero cuando llegó, el hombre ya se había retirado. Un móvil policial lo había acompañado para detener al ex empleado.
Los hechos de violencia habían empezado poco antes de fin de año, durante una reunión que el intendente mantuvo con su grupo de colaboradores de la planta política. En ese encuentro, Peressini les habló de la difícil situación económica que se encontraba la comuna y de la imposibilidad de dar aumentos salariales, como algunos de sus funcionarios pretendían.
Álvarez, empleado que se desempeñaba en la estación de bombeo de agua y riego, discutió con el intendente pero el cruce de palabras pasó a la agresión. El hombre le arrojó un objeto a Peressini que le pegó en el pecho. Luego intentó tirarle una silla. A partir de allí, el jefe comunal decidió expulsarlo de su equipo de colaboradores por ser una persona violenta e irrespetuosa.
“Estuvo trabajando en la intendencia durante un año y medio”, dijo anoche Peressini en contacto con La Mañana, y reconoció que todo se originó por “una cuestión salarial”.
El intendente explicó que cuando lo había separado del cargo, Álvarez respondió con un paro en la estación de bombeo y riego. A partir de ese entonces se multiplicaron las amenazas y los llamados telefónicos.
“A mí me pueden amenazar porque soy un funcionario y estoy expuesto a este tipo de cosas, pero que vayan a mi casa y amenacen a mi mujer y a mi hijo ya es una situación límite”, comentó Peressini, quien agregó que el agresor “no está en sus cabales”.
La situación de violencia no es nueva en la ciudad de Plottier. Desde que asumió el cargo, el intendente y sus colaboradores recibieron todo tipo de amenazas. Hasta el secretario de Gobierno de la Municipalidad Gerardo Gugliandolo recibió una agresión a golpes por parte de dirigentes sindicales que reclamaban por aumentos salariales.
En el domicilio del funcionario también arrojaron basura y hasta lo obligaron a encerrarse dentro de su casa.
El propio intendente fue, además, objeto de reiterados ataques violentos contra su domicilio particular por parte de grupos de dirigentes gremiales.
La secretaria privada del jefe comunal, Juanita Arias, también sufrió la visita de inadaptados en su domicilio y su esposo fue brutalmente agredido cuando intento frenar el accionar de los inadaptados.