Lo sorprendió la nieta de la víctima cuando hurgaba en la cartera. La Policía lo demoró.
Neuquén > Un
enfermero fue sorprendido in fraganti mientras le robaba dinero a la
mujer que debía cuidar. La nieta de la víctima, que lo encontró hurgando
en la cartera de la señora, le hizo foto y lo encerró en una habitación
de la casa y llamó a la Policía.
Fuentes policiales de la Comisaría Tercera informaron que el hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Nogoyá al 2500. Los uniformados fueron alertados por un llamado de una joven de 20 años quien manifestó que el enfermero que estaba cuidando a su abuela de 66, que está con internación domiciliaria por un cuadro grave de salud, le estaba robando en su propia casa.
Fuentes policiales de la Comisaría Tercera informaron que el hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Nogoyá al 2500. Los uniformados fueron alertados por un llamado de una joven de 20 años quien manifestó que el enfermero que estaba cuidando a su abuela de 66, que está con internación domiciliaria por un cuadro grave de salud, le estaba robando en su propia casa.
En diálogo con La Mañana de Neuquén, la nieta de la víctima relató lo sucedido el viernes a la noche.
Contó que su abuela tenía $300 en un rollito adentro de la cartera. “Cuando yo llegué a la casa vi al enfermero que estaba revisando la cartera de mi abuela, ella estaba de espalda; no puede moverse, por lo que está acostada o sentada”, contó Belén quien agregó que “primero había desaparecido una cámara, después un GPS, una computadora y que llegó a llevarse un televisor con la excusa de arreglarlo y que nunca devolvió”.
La joven comentó, que más allá del robo de los $300 del viernes, el enfermero se había llevado un monto mayor, $6.000, correspondiente a la jubilación entera de la mujer
“Mi abuela sabía que él era ladrón, pero no quiso decir nada; nosotros le preguntábamos por su jubilación y ella decía que se la había gastado, cuando en realidad se la llevó este tipo”, contó amargada.
La damnificada se encuentra con un cuadro de salud grave, con un diagnóstico de cáncer que la llevó a dejar su trabajo en la universidad y a jubilarse.
La nieta contó que hacía dos meses que el enfermero trabajaba en su casa, que iba dos veces al día durante dos horas, y que entraba al dormitorio de la abuela con una mochila.
“El enfermero se llama Simón y fue contratado por la obra social que tiene mi abuela que es Sosunc, a través de una empresa que se llama Daniel Colombo”, precisó Belén.
La joven relató que se comunicó con una médica, que también asiste al domicilio, para contarle lo sucedido; pero para su sorpresa, la médica salió en defensa del enfermero y dejó de ir a la casa a brindar atención a su abuela enferma.
Belén aseguró que está convencida de que su abuela “no debe ser la única víctima de este enfermero”, concluyó.