Esta es la historia de Paula que fue entregada por sus padres a los 14 para que la prostituyeran. 
Argentina.- De vez en cuando aparecen estas historias que 
valen la pena contar. Paula podría haber sido cualquier cosa, a juzgar 
por la larga pesadilla que tuvo en su corta vida.
Relato conmovedor.
 Ahora la joven tiene 27 años y desde los cuatro años recuerda que su 
papá, un policía de la Federal, la explotaba sexualmente. Su madre 
trataba de no mirar cuando entregaba a su hija para que la violaran. A 
los 14 años, la joven le contó el infierno en el que vivía a una 
profesora de la escuela, desde dónde dieron aviso a momento la Defensoría de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. 
En diálogo con el diario Clarín,
 Paula manifiesta: "Yo no entendía porque la vicerrectora lloraba 
mientras me escuchaba", dijo al recordar el día que destapó en el 
colegio su cruel verdad. Su vida no fue fácil, Paula intentó suicidarse 
tres veces pero logró salir adelante y querellar a sus padres y otros 
tres explotadores cuyas identidades se pudieron demostrar: el empresario
 y abusador Alberto Pampín, Osvaldo Aníval Valdéz y Hugo César Peña.
Sollozando,
 Paula comentó: "Desde los cuatro años mi papá, dejaba que abusaran de 
mi a cambio de plata. Mi mamá lo permitía. Incluso cuando estaba en lo 
de mi tía y la iban a visitar amigos, ella miraba para otro lado 
mientras me violaban. Después le dejaban unos pesos en una mesita".
A
 los 14 años su papá la envió a prostituirse en dos departamentos del 
centro, uno ubicado en Uruguay 459 y otro en Gallo 1527. "Mi mamá me 
amenazaba con que si huía mi hermanita de dos años iba a sufrir las 
consecuencias", explicó Paula, quien después de estar ocho meses en los 
departamentos lo contó en la escuela y a los 17 llevó el caso a la 
Justicia.
Sus trece años de lucha 
tuvieron un final justo: Su papá y su mamá fueron condenados a 10 años 
de prisión por abandono de persona agravado por el vínculo por la Corte 
Suprema. Mientras que dos de los hombres que la explotaban (Osvaldo 
Aníval Valdéz y Hugo César Peña) les dieron ocho años de cárcel por ser 
los explotadores sexuales, y también a Alberto Pampín por el mismo 
delito. Estos tres hombres esperaron en libertad la confirmación de las 
condenas, con el voto en disidencia de Eugenio Zaffaroni.
Valdez se fugó, Peña fue arrestado este año y Pampín estaba prófugo. Pero la joven siguió con su lucha y ella misma halló a su abusador:  "En
 noviembre lo vi lo más feliz y contento en una foto de Tecnópolis. No 
lo podía creer, tenía pedido de captura de Interpol. Hice que una amiga 
llamara a su empresa y atendió él. Monté guardia ahí y lo reconocí. Le a
 visé a la Policía y lo agarraron".
Su vida fue una real tortura. Pero la justicia llegó y tras trece años,
 ella logró la condena terrenal. Lejos de caerse, en la actualidad Paula
 estudia Derecho Penal y cuida de su hermana que cumplirá 15. Un 
testimonio tan cruel como conmovedor. (Redacción especial Minuto Neuquén)
