Suman elementos a la causa por presunto sabotaje. El obrero sigue grave. Una interna enfrenta al gremio.
NEUQUÉN (AN).- Luego del presunto intento de sabotaje que dejó gravemente herido a un empleado del EPEN, el gobierno analiza retirarle la vocalía que el gremio tiene en el organismo cuyos empleados mantienen una durísima medida de fuerza desde hace varias semanas.
El accidente que casi le cuesta la vida de Jorge Villalba es seguido muy de cerca por el gobierno, que no ha cesado de aportar pruebas a la justicia a sabiendas de cuál era el objetivo. Al momento del incidente junto a la víctima había otras tres personas, todas identificadas, en un auto particular dispuestos a sacar de servicio una línea de 33.000 voltios, creen. Así, cuando la justicia compruebe con pelos y señales que Villalba -que sigue grave- intentó un sabotaje, el gobierno avanzará contra la representación gremial en el EPEN.
El estado de salud de Villalba es un tema central en este escenario como también lo es la durísima interna que viven ATE y la CTA, donde están enfrentados el secretario general Carlos Quintriqueo y el referente nacional y antecesor Julio Fuentes.
"Hizo todo lo posible para que no llegáramos y ahora nos armó una interna para hacerse ver a nivel nacional", afirmó ayer una alta fuente de la organización gremial. Del lado de Fuentes, quien se instaló en Neuquén en las últimas semanas, está el diputado de UNE Alfredo Marcote, principal impulsor de las acciones que llevan adelante los trabajadores del EPEN y de punta con Quintriqueo. Es que en paralelo a este conflicto se desata la interna del UNE, con Fuentes y el edil Mariano Mansilla como fondistas.
La situación se les fue de las manos con el accidente de Villalba, algo que Marcote niega tenga que ver con las medidas de fuerza por una mejora salarial del 43%. Pero esto no es todo.
Para algunos sectores, el apagón que se produjo ese día buscaba conseguir (además de presión al gobierno de Jorge Sapag) repercusión nacional pues Fuentes es el segundo de Pablo Micheli en la CTA opositora y "necesita mostrar acción acá", máxime ese día cuando Hugo Moyano lideraba la movilización nacional contra el gobierno.
A sectores con mucha historia en ATE y la CTA no les causa mucha gracia el romance de Fuentes con el moyanismo y Gerónimo Venegas y menos aún la presión interna que le imprimió a una situación por demás tirante como lo es la del EPEN.
"Vino como un salvador y empiojó todo", dijo una fuente que recordó que la bronca creció cuando Quintriqueo retiró licencias gremiales a gente de Fuentes.
En este contexto, el gobierno encontró campo orégano para definir acciones contra los sectores más beligerantes. E irá por la vocalía, indicó una alta fuente de gobierno en contacto con este diario.
Ayer, Marcote, antes de que la asamblea pasara a cuarto intermedio, negó que exista una interna. "No hay ninguna interna, son fantasías del gobierno para pinchar una medida de fuerza", aseguró con firmeza.