Entre el equipaje había 110 kilos de cocaína y nadie se hizo cargo.
Pero una requisa de la Policía de la provincia encontró en el vehículo dos mochilas y una bolsa grande de arpillera que contenían un cargamento de 110 kilos de cocaína. Al hallazgo le siguió el previsible interrogatorio para averiguar de quién eran esos bultos, pero ni los 25 pasajeros –bolivianos y argentinos, en su mayoría mujeres– ni los dos choferes dijeron nada. El juez federal de Orán, Raúl Juan Reynoso, tomó entonces una decisión drástica: los hizo detener a todos.
El operativo se realizó en una playa de camiones próxima a la Terminal de Orán, cerca de las 22.30 del jueves. La Brigada de Investigaciones de la Policía de Salta actuó con datos precisos del traslado de un importante cargamento de cocaína en un micro.
No bien comenzó la requisa policial, el lugar se llenó de curiosos ya que el micro estaba estacionado a pocos metros de una feria. Al encontrarse los 107 “ladrillos” enseguida se les hicieron los narco tests correspondientes. Dieron positivos y el silencio fue toda la respuesta que los agentes y el juez recibieron de los 27 ocupantes del micro sobre el origen de la droga que iba en las bodegas, entre todos los bolsos. Reynoso ordenó entonces que el grupo de viajeros pasara la noche en dependencias de la brigada.
Ayer el juez hizo comparecer a todos los demorados, los hizo identificar y les tomó sus huellas digitales para cotejarlas con las encontradas por los peritos en las mochilas y en los adhesivos que protegen los paquetes con cocaína: “No quedaron personas detenidas, aunquetodas están procesadas.
Esperaremos las pericias dactilares para saber si entre estas personas hay un responsable”, le dijo el juez Reynoso a Clarín .
Marcelo Lami, jefe de la Policía salteña, no bien se enteró del procedimiento viajó a Orán, 320 kilómetros al norte de la capital salteña. “El colectivo llegó de Buenos Aires, posiblemente desde La Salada, como un tour de compras con 25 pasajeros, más los dos choferes”, confirmó a Clarín .
Esos pasajeros se fueron luego hasta Aguas Blancas (50 kilómetros al noroeste de Orán), y cruzaron la frontera hacia Bermejo, Bolivia, para realizar compras.
“El colectivo se quedó en Orán, en una playa de estacionamiento para camiones y ahí, en un contrabando hormiga amparado por la oscuridad, fue cargado con bultos . Al llegar los pasajeros, todos subieron”, detalló Lami. Al actuar la Policía, encontró a los pasajeros hacinados dentro del micro y sentados sobre una gran cantidad de bultos. “Había desde zapatillas hasta ventiladores.
Esa mercadería también se secuestró y está valuada en unos $500.000. Poco después aparecen las dos mochilas y la bolsa grande. Contabilizamos 107 ‘ladrillos’ de cocaína , de los que nadie se hizo cargo”, indicó el jefe policial.
Al cierre de esta edición, choferes y pasajeros estaban varados ytenían que volver a Buenos Aires por sus propios medios ya que el micro también fue secuestrado. El juez los citó a todos para el mes de febrero, cuando se espera estén los análisis de huellas dactilares.