Se trata de una de las llamadas "enfermedades silenciosas" dado que muchas de las personas infectadas lo desconoce. La OMS la considera más grave que el sida y la tuberculosis. En el día mundial de la enfermedad, especialistas advierten que la detección temprana evita complicaciones.
Hepatitis: Piensa de nuevo", es el lema principal del Día Mundial de la Hepatitis 2014, una iniciativa que impulsa cada año la Alianza Mundial contra la Hepatitis (World Hepatitis Alliance) con el objetivo de hacer énfasis en el impacto de la hepatitis viral en la vida real y generar conciencia en torno de su prevención y de la necesidad de expandir el acceso a su diagnóstico y tratamiento. Cada año, las hepatitis virales son responsables de la muerte de 1.5 millones de personas en el mundo.
Las hepatitis virales se consideran una "epidemia silenciosa" dado que la mayoría de las personas desconocen estar infectadas y, a lo largo de décadas, desarrollan lentamente la enfermedad hepática. Por este motivo, es fundamental tomar conciencia de la importancia de realizarse un test de diagnóstico y vacunarse a tiempo evitando así daños irreparables en el hígado.
"Hay tratamientos exitosos de la enfermedad que permiten suprimir al virus B y eliminar el virus C, por eso es importante realizarse un test de diagnóstico y buscar cuidado médico a tiempo", expresaron los profesionales nucleados en la Asociación de Estudios de Enfermedades del Hígado (A.A.E.E.H).
En el país, aproximadamente 1 millón de personas están infectadas con la hepatitis B y C y la mayoría no lo sabe. En todo el mundo, se cree que existen 240 millones de personas con infección crónica con el virus de la hepatitis B y 150 millones con el de la hepatitis C.
Según la Organización Mundial de la Salud, la hepatitis es una enfermedad más grave que el sida y la tuberculosis, siendo además la hepatitis B la principal causa de cirrosis o cáncer de hígado.
La complejidad de esta enfermedad deriva de la existencia de diferentes tipos de virus A, B, C, D y E. Las hepatitis A y E son infecciones transmitidas por los alimentos y por el agua y afectan a millones de personas causando casos de enfermedad aguda, de la que los pacientes tardan varias semanas en recuperarse. Las hepatitis B, C y D se transmiten a través de líquidos corporales infectados, como la sangre, por contacto sexual, de madre a hijo durante el parto, o a través de material médico contaminado.
Estas últimas (B y C) pueden ser las responsables del desarrollo de enfermedades más graves como cirrosis hepática y cáncer. "La hepatitis C es la principal causa de trasplante hepático en el país", informó la asociación que agrupa a hepatólogos de hospitales públicos y privados de todo el país.
En la Argentina, la vacuna de la hepatitis A forma parte del calendario nacional de vacunación y se aplica, en una única dosis, a los 12 meses de vida. En cuanto a la hepatitis B se aplica una dosis al recién nacido dentro de las 12 horas de vida y luego como parte de la vacunaquíntuple celular o pentavalente a los 4 y 6 meses de vida.
También se incorporó recientemente al calendario para todos los adultos, siendo aplicada de manera gratuita en hospitales públicos y centros de vacunación de todo el país. El virus de la hepatitis C es el único que hasta el momento no tiene vacuna desarrollada.
El Día Mundial contra la hepatitis
El 28 de julio de cada año, la Organización Mundial de la Salud y sus asociados conmemoran el Día Mundial contra la Hepatitis con el objetivo de acrecentar la sensibilización y la comprensión de la hepatitis viral y las enfermedades que provoca e incitar a los gobiernos de los distintos países a tomar un rol activo en la prevención y el tratamiento de esta enfermedad. El Día Mundial contra la Hepatitis se fijó el 28 de julio en honor del descubridor del virus de la hepatitis B, el profesor Baruch Samuel Blumberg, galardonado con el Premio Nobel, nacido ese día.