El director de Hogares de la fundación Felices los Niños, Juan Manuel Casolati, denunció que un grupo de 20 personas asisten el cura abusador y participaron de las maniobras de corrupción. "Me angustia no saber qué va a pasar con los chicos", dijo.
El director de Hogares de la fundación Felices los Niños y denunciante de desvío de donaciones en beneficio del cura Julio César Grassi, Juan Manuel Casolati, advirtió hoy que "un grupo de leales" del padre en la institución también se enriqueció con la presunta irregularidad.
“Es un hijo de mil puta, al igual que las 20 personas que lo asisten. Los que lo protegen son unos hijos de mil puta. Son unos amorales que usan como instrumentos a los chicos. No hay nada peor que eso. Pido perdón, pero no hay otro calificativo”, dijo Casolati a Canal 26 visiblemente afectado por la situación.
El director de Hogares remarcó que en el informe que salió en la televisión “quedaron invisibilizados los chicos que viven en la Fundación” y aclaró que “ellos son el motivo” por el cual hizo la denuncia. Un total de 65 chicos viven allí y otros 2000 van a las escuelas a comer y desayunar.
“Él no lo hace para proteger a los presos, lo hace para tener privilegios. Ayer lo requisaron y tenía tres celulares y 5 mil pesos. Los usa para delinquir”, denunció Casoli al referirse al sacerdote que cumple una condena por abuso sexual a menores de edad..
"Hubo complicidad absoluta de un grupo de leales que tiene Grassi allí, que se ha ido enriqueciendo en estos años y ha ido utilizando la organización en beneficio propio, pero a pedido de Grassi; son sus manos ejecutoras de la cantidad de ilícitos que comete (desde el penal de Campana)", dijo Casolati.
El secretario de ejecución penal de la Defensoría General del partido bonaerense de San Martín, a cargo de la fundación desde que el padre fue detenido, añadió: "El (por Grassi) se enriqueció y utilizó a los chicos como herramientas pero, a su vez, necesitó que otros se enriquecieran para que él pudiera hacer sus cosas".
“Me angustia no saber qué va a pasar con los chicos”, agregó.
Anoche, agentes de la Policía bonaerense allanaron la casa de Grassi y la fundación en el partido de Hurlingham tras la denuncia de desvío de donaciones, amplificada por el programa televisivo Periodismo Para Todos (PPT).
Según Casolati, en la institución, había "faltantes" de mercaderías donadas que eran enviadas al penal de Campana.
De este modo, se sospecha que esto le permitía a Grassi gozar de prebendas y prerrogativas lo que, de comprobarse, significaría un incumplimiento de los deberes de funcionarios públicos y corrupción de parte de autoridades del Servicio Penitenciario.
El cura fue condenado en 2009 a 15 años de prisión por el Tribunal Oral de Morón por abuso sexual agravado de un menor de edad que vivía en Felices los Niños, que Grassi dirigía.
Pero el sacerdote quedó preso recién en septiembre del año último, cuando la Suprema Corte bonaerense ratificó la pena de 15 años a prisión por lo que, pocos días después, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Morón ordenó la detención del cura.
En junio pasado, la Suprema Corte de Justicia bonaerense rechazó un pedido de excarcelación presentado por Grassi al desestimar un "recurso extraordinario de nulidad e inaplicabilidad de ley" contra la sentencia dictada.