Durante el mes de junio pasado el Índice de Precios al Consumidor
(IPC) relevado por la Dirección Provincial de Estadística y Censos
presentó un crecimiento del 1,3 por ciento. Se confirma así la tendencia
declinante de la inflación en su medición local.
Durante los meses de enero y febrero pasado el IPC registró las
variaciones más altas de los últimos años (4,3% y 6,0%,
respectivamente), para arrojar una tasa de crecimiento del 1,8% en
marzo, un 3,7% en abril y un 2,6% en mayo. La medición de junio arrojó
una variación del 1,3%, el porcentaje registrado es el más bajo del año.
Así, la inflación acumulada en lo que va del año trepa al 19,7 por
ciento.
El IPC local da cuenta de la evolución de los precios de cien bienes y
servicios, sin partir de una canasta representativa del consumo de una
familia tipo. Esto genera una mayor variabilidad en el índice que cuando
se parte de la valorización de una canasta y se aplican las
ponderaciones correspondientes a cada artículo. No obstante, los valores
a partir de los máximos de principios de año muestran una tendencia
franca a la desaceleración del ritmo de inflación en lo que va del año.