Juan Pablo Sosa fue condenado por el crimen de Carlos Rebolledo a 9 años de prisión efectiva.
El hombre acusado de asesinar al chileno Carlos Rebolledo Rebolledo, quien apareció muerto en una precaria casilla del barrio Bella Vista en Centenario, fue ayer condenado por un tribunal a la pena de 9 años de prisión de cumplimiento efectivo.
Según fuentes judiciales, los magistrados valoraron como agravante que la feroz golpiza que le dio a la víctima para asesinarlo, como también la ausencia de un motivo consistente.
A esto se agrega que una vez cometido el crimen el joven escondió el cadáver en el placard de la casa, donde fue encontrado una semana después por familiares de Rebolledo Rebolledo.
Audiencia
El desencadenante del macabro homicidio habría sido una broma. “Se enojó por una broma que le hizo”, recordaron durante la audiencia de fijación de pena que se realizó ayer en la mañana en la sede de Yrigoyen 175 de Neuquén. El fiscal Agustín García argumentó durante la audiencia que “fue una brutal paliza y se prolongó en el tiempo, por alrededor de dos horas”.
Como atenuantes, tuvieron en cuenta el alto grado de intoxicación por consumo de alcohol que presentaba el imputado, su corta edad (26 años al momento del crimen) y el bajo nivel socioeducativo.
De la audiencia participaron el fiscal del caso Agustín García y, junto al imputado, su defensora oficial Verónica Zingoni.
Investigación
De acuerdo con la investigación, los hijos de Rebolledo encontraron el cadáver el 25 de octubre pasado en una vivienda de Bella Vista, cuando hacía cuatro días que estaba muerto. Estaba golpeado, sobre todo en la cabeza. La autopsia determinó que murió como consecuencia de haber sufrido un traumatismo severo de cráneo.
La lesión podría haber sido producida con un elemento contundente como la barreta de hierro que secuestró la Policía en la escena del crimen.
Tras el hecho, el sospechoso huyó de Centenario, y policías de Seguridad Personal lo encontraron la semana pasada en el Bajo neuquino, mientras realizaba ventas ambulantes.