Muchos animales de puesteros murieron en El Cuy. Los campos son lagunas.
ROCA (AR).- Tras años de feroces golpes a la producción ganadera en los campos de la Región Sur por la sequía, paradójicamente el último y atípico temporal de lluvias de hace unos días afectó algunos campos de la zona y terminó provocando también la muerte de más animales.
Sin bien el fenómeno trajo complicaciones en algunas áreas como en El Cuy y alrededores, algunos crianceros debieron hasta pedir ayuda a los Bomberos Voluntarios de Roca para poder salvar aunque sea una parte de su rebaño.
La Comisión de Fomento de El Cuy, a raíz de la situación advertida en la región, debió intervenir para asistir a crianceros de la zona y en breve "cuando se pueda entrar a los campos" prevén hacer un relevamiento para evaluar daños en las haciendas.
"La situación es complicada, la sequía hizo desastres, mató muchos animales y ahora con las últimas lluvias también hubo mortandad. No sólo de ovejas sino también animales grandes, vacunos, porque los terrenos se ponen pantanosos, las lagunas se llenaron y todavía estamos esperando para poder entrar a los campos a ver cómo están las cosas", explicó ayer por la tarde la comisionada de Fomento de El Cuy, Mónica Ramírez.
En un caso particular, un productor movilizó por sus propios medios a bomberos roquenses equipados con una embarcación hasta el lugar para poder salvar una veintena de ovejas que habían quedado varadas en una especie de islote que quedó tras el aguacero de los últimos días.
David Laciar, integrante de la asociación roquense, aseguró que se logró rescatar sanas y salvas poco menos de una veintena de ovejas, pero lamentablemente sólo en los alrededores del campo donde se trabajó el lunes, murieron más de medio centenar de animales. Desde hace más de una semana, los animales estaban aislados.
El operativo empezó temprano y junto al bombero Pedro Sandoval y crianceros, se trabajó hasta la tarde para rescatar a los animales. Con una canoa de Bomberos se logró cruzar la laguna formada por la gran cantidad de agua que corrió por los cañadones, contó Laciar, y en cada viaje se cargaron entre 3 y 4 animales. "Tuvimos que atarlos para poder sacarlos al hombro, y después los largaron del otro lado".
"Lamentablemente había mucha agua y muchos animales muertos. Ahí en la zona que recorrimos nomás, habría más de 60 ovejas muertas, las había arrastrado la correntada, y gente de ahí nos comentó que también en otras zonas había pasado lo mismo".
Según explicó el puestero que los trasladó a los bomberos roquenses, las ovejas "hacía 9 días que estaban en el islote, sin poder salir, comían de la jarilla que había por ahí, pero si no las sacaban se iban a terminar muriendo", explicó Laciar.
Ramírez destacó que los campos de la región "siguen siendo castigados".