El 15 por ciento de la población de 15 a 19 años de Neuquén no estudia ni trabaja y tampoco busca un empleo.
Recién a partir de los 24 años, el índice de ocupación entre los que no terminaron el secundario se eleva hasta un 70%.
Neuquén > Hay alrededor de 7 mil adolescentes neuquinos dentro de la “generación ni-ni”, es decir, que no estudian ni trabajan ni buscan empleo. Representan un 15 por ciento de la población de 15 a 19 años. Es que la mitad de los que abandonan el secundario no ingresa al mercado laboral hasta varios años más tarde. Sin embargo, los que sí terminan sus estudios de nivel medio también tienen dificultades para acceder a su primera ocupación y sólo un 70 por ciento trabaja antes de cumplir los 25.
El tema se discutió en la reunión que mantuvieron días atrás los diputados con el gremio ATEN y está presente en dos proyectos de ley que ingresaron a la Legislatura este mes, donde se proponen incentivos impositivos como medida para ayudar a los jóvenes a conseguir su primer empleo.
Según datos del Consejo Provincial de Educación y el ministerio educativo nacional, hay un 70% de desgranamiento en la matrícula de alumnos del secundario, lo que implica que 7 de cada 10 adolescentes termina el colegio con sobre-edad, en el turno nocturno o bien abandona en el camino. La tasa de escolarización, que refleja la cantidad de chicos que asisten al colegio por edad, cae abruptamente a partir del tercer año de estudio.
Así, los datos de 2010 de la dirección nacional que evalúa la calidad educativa (Diniece) reflejan que un 32 por ciento de los neuquinos de 15 a 19 años está fuera del sistema educativo, o sea, 16.454 adolescentes. La proporción sube al 50 por ciento si sólo se considera a los del último año de la carrera.
De los chicos con 17 años o más que dejaron definitivamente la escuela, sólo la mitad trabaja en el corto y mediano plazo. El resto, unos 7 mil adolescentes, ingresa forzosa o voluntariamente a la “generación ni-ni”.
Recién a partir de los 24 años, el índice de ocupación entre los que no terminaron el secundario se eleva hasta un 70%. Lo refleja la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del año pasado y la base de datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Con título
Sin embargo, el panorama no es mucho más auspicioso para los que sí obtienen el título de nivel medio. En ese caso, tomando los datos del INDEC de 2012, el nivel de desempleo ronda el 30 por ciento hasta los 25 años de edad, aunque hay que contemplar a los que no buscan trabajo porque continúan sus estudios de nivel superior.
Incentivo al primer empleo
Este mes ingresaron dos proyectos de ley a la Legislatura para favorecer el acceso de los jóvenes al mercado laboral. La primera iniciativa corresponde al bloque de Nuevo Neuquén y cuenta con el respaldo de Unión Popular y el MID. Prevé un crédito fiscal para el pago del Impuesto sobre los Ingresos Brutos e Inmobiliario equivalente al 50 por ciento del total de las contribuciones patronales por cada trabajador incorporado.
El beneficio se aplicaría durante 24 meses, siempre que la persona contratada tenga de 18 a 25 años y esté desempleada.
Entre los argumentos de esta propuesta, Gabriel Romero (Nuevo Neuquén) destacó que en el país “la tasa de desempleo entre los jóvenes prácticamente duplica a la registrada entre los adultos” y, entre los que tienen trabajo, “sólo el 37 por ciento cuenta con protección social, estimando que los restantes trabajaban en la informalidad y en condiciones precarias”.
También los diputados del UNE-FPN presentaron una propuesta para favorecer el acceso al primer empleo, que cosechó el apoyo del Frente Grande-Nuevo Encuentro, Libres del Sur y el PJ. En este caso, se plantea una reducción en las contribuciones del Impuesto sobre los Ingresos Brutos equivalente al 10 por ciento de la alícuota por cada nuevo trabajador. Está previsto que el beneficio se mantenga por un año y, como requisito, se establece que los contratados tengan entre 17 y 24 años y no cuenten con experiencia laboral.
Como fundamento, los autores del proyecto recordaron que “los jóvenes tienen tres veces mayores probabilidades de estar desempleados que los adultos” y la falta de experiencia necesaria les impide “romper con ese círculo vicioso”.