Neuquén > La Policía neuquina echó de sus filas a los dos suboficiales que el Juzgado Federal 2 procesó por su presunta participación en una banda dedicada al tráfico de estupefacientes en la zona, que fue desbaratada por personal de Toxicomanías en julio de 2012.
El grupo delictivo tenía conexiones en La Pampa y en Buenos Aires y su supuesto líder digitaba el accionar desde una cárcel.
“El propio tribunal de la Policía, sin esperar que se defina la Justicia, está diciendo que estos hombres no pueden vestir más el uniforme policial porque lo ensucian, y así lo vamos a hacer cada vez que un policía delinca”, sostuvo.
El comisario dijo que resta cumplimentar algunos pasos administrativos como notificar a los imputados.
“Lo que la sociedad tiene que tener en claro es que (la Policía) no va a tolerar jamás delincuentes dentro de sus filas. Los vamos a separar y los vamos a castigar, al punto de que, aún cuando la Justicia no se ha pronunciado, por el Código de Ética y Disciplina de la Policía, la institución policial por sí sola ha tomado esta determinación. Esta es una política institucional en la que pongo énfasis porque es muy importante generar confianza en la sociedad”, apuntó.
"Juicio sumarísimo"
Uno de los suboficiales procesados trabajaba en el servicio penitenciario provincial y será llevado a juicio por el delito de tráfico de estupefacientes, en la modalidad de almacenamiento.
El otro fue removido inicialmente del Departamento de Toxicomanía, frente a las sospechas de que filtraba información sensible y, mediante la figura administrativa de un “pase interno”, se desempeñó en forma transitoria en la División Delitos Sexuales y Trata de Personas.
“Lo separamos inmediatamente, le dimos otro destino, muy pasivo, porque tampoco queríamos poner en sobreaviso de esta situación o que él sospechara de que se lo estaba investigando, buscamos el mejor camino. No lo sacamos de la fuerza pero anulamos su posibilidad de actuar como policía. Esto permitió que siguiera explayándose telefónicamente y reunir elementos suficientes para que la Justicia lo procese y la Policía en un juicio sumarísimo lo exonere”, explicó Laserna.
Está imputado por los delitos de violación de secretos en forma reiterada en concurso ideal con tráfico de estupefacientes en las modalidades de distribución y suministro oneroso y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (en calidad de partícipe necesario).
Despliegue prudente
La investigación se centró en el detenido Diego Díaz, quien a través de su esposa y otros familiares habría logrado liderar una presunta banda de narcos.
De manera paralela, se estableció que había policías implicados y mediante escuchas telefónicas, se llegó a los suboficiales hoy procesados.
Laserna mantuvo reserva de sus nombres para evitar requerimientos judiciales y explicó que si al desbaratar la banda narco se desmintió en su momento a la prensa que haya personal involucrado fue para “no poner en riesgo la investigación que llevaba adelante el juzgado federal”.
La Mañana de Neuquén difundió en su momento el caso y advirtió sobre la presunta complicidad de policías neuquinos.
“La Policía actuó de manera prudente en un principio, y celerísima en segunda instancia. No sostenemos que haya policías que nunca se equivocan o que transgreden la ley. Lo importante es que la institución está decidida a no tener este tipo de funcionarios”, finalizó Laserna.