La policía estaba lista para llevarla a la cárcel de Roca por una decisión judicial. La viuda de Soria tomó pastillas que tenía escondidas en el hospital de Cipolletti.
CIPOLLETTI/ ROCA.- Susana Freydoz intentó matarse y tras ingerir una importante cantidad de pastillas anoche se encontraba muy grave en el hospital de Cipolletti.
La mujer perdió el conocimiento cuando estaban a punto de trasladarla al Penal 2 de Roca por decisión de la Cámara Criminal Primera, el mismo tribunal que la condenó en noviembre pasado a 18 años de prisión por el asesinato del entonces gobernador de Río Negro Carlos Soria. Los jueces habían resuelto derivarla a una cárcel común tras analizar el dictamen de tres peritos que advirtieron que Freydoz había intentado simular una patología más grave que la verdadera.
Tras descubrirse que había ingerido las pastillas, la mujer fue sometida a un lavaje de estómago.
El ministerio de Salud comunicó pasadas las 16 de ayer que estaba "internada en su sala habitual con control permanente y sus parámetros vitales estables", pero más tarde los médicos confirmaron a la familia que el cuadro se había agravado. Anoche, según confirmaron desde el entorno de la viuda de Carlos Soria, la mujer estaba en terapia intensiva, con pronóstico "grave" y un cuadro de arritmia que complicaba aún más su recuperación.
Pero a la medianoche, un comunicado de Salud Pública informó que su estado era muy grave y que padecía una "encefalopatía global" y sin respuesta a los estímulos. (Ver El parte médico)
"Está grave y esto es producto de las decisiones arbitrarias y apartadas al derecho que toman los jueces de la Cámara Primera", se quejó ayer por la tarde el defensor Alberto Riccheri en el hospital. El abogado ingresó, habló con María Emilia Soria -hija de Freydoz-, realizó algunos llamados telefónicos. "Está entubada y sedada", fue lo primero que expresó.
"La decisión que tomó la cámara hoy fue uno más de los tantos disparates jurídicos y si Susana Freydoz se muere ellos son los responsables. Los tres jueces que la condenaron hicieron ejercicio abusivo del derecho. La resolución a mí me llegó a las 13 y la Policía vino a buscarla a las 11 de la mañana. Esto ocurrió cuando vino la Policía a llevársela", criticó el letrado. Hasta ayer nadie supo explicar por qué Freydoz tenía tantas pastillas en su habitación, pero se presume que pudo haberlas acopiado durante los últimos meses.
Ayer, la Cámara de Roca dejó sin efecto la internación de la mujer en el área de Salud Mental del hospital de Cipolletti y ordenó su traslado a la ex Alcaidía. El viaje, según la resolución, debía concretarse "sin dilaciones". Pero pasado el mediodía la mujer ingirió una sobredosis de medicamentos. La situación obligó a abortar el operativo de traslado y dio a la defensa un dramático argumento para oponerse una vez más a la detención en una prisión estatal.
"Se basaron en una pericia viciada de nulidad que hoy impugné; la Cámara ni esperó mi versión. Me notificaron el lunes y tenía tres días hábiles para impugnar y hoy cuando me presenté me entero de que estaba por ser trasladada", se quejó Riccheri.
El movimiento en el hospital de Cipolletti comenzó pasado el mediodía de ayer y la Policía se desconcertó cuando descubrió que Freydoz estaba intoxicada. Ante las primeras versiones de un intento de suicidio la psiquiatra a cargo del tratamiento de la viuda de Soria negó el hecho. (ver aparte).
Riccheri declaró que como defensor nunca supo adónde la iban a llevar. Habló de "un ejercicio abusivo del poder" y pidió a los periodistas que le consulten a los jueces de la Cámara Primera, Carlos Gauna Kroeger, María Evelina García Balduini y Fernando Sánchez Freytes, por qué decidieron alojarla en una penitenciaría si por prescripción médica Freydoz necesita asistencia terapéutica y apoyo psicológico permanente. "Desoyeron lo dicho por médicos y peritos. El perito Ricardo Risso dijo en enero de 2012 que tenía un gran riesgo de suicidio. Desoyeron las comunicaciones que se les hicieron, los jueces sabían que Susana era una suicida en potencia. Tiene una patología psiquiátrica que si no está bien tratada y contenida la iba conducir al suicidio. Eso lo venimos sosteniendo desde hace un año. Los peritos de oficio habían indicado la necesidad de acompañantes terapéuticos y Susana se iba ir de acá acompañada solamente por dos policías", reclamó.
Los tres peritos que el 26 de marzo pasado entrevistaron a Freydoz para dictaminar sobre su estado dijeron que la mujer aún atravesaba un "episodio depresivo grave sin síntomas psicóticos" pero advirtieron que el cuadro no presentaba ninguna complicación extraordinaria que impidiera realizar un tratamiento ambulatorio y que obligara a mantenerla internada. Dijeron incluso que la mujer evidenció "procesos simulatorios" durante la entrevista para aparentar un estado de salud más delicado que el real. (ver aparte)
El pasado viernes 5 de abril los tres jueces se reunieron para analizar el dictamen y ayer tomaron la decisión de que Freydoz, quien está a punto de cumplir 62 años, sea detenida en la cárcel de Roca, un edificio que se encuentra en estado deplorable, que no tiene pabellón de mujeres y sobre el cual pesa una resolución del Servicio Penitenciario que prohibe el ingreso de nuevos detenidos. La resolución, sin embargo, dejó abiertas las puertas a las autoridades penitenciarias para proponer otros destinos en caso de tornarse imposible el alojamiento en Roca y ordenó al director de la cárcel "arbitrar las medidas necesarias para evitar que Freydoz sea objeto de agresiones por parte de terceros".
La resolución estableció como primer punto "dejar sin efecto la internación de Susana Graciela Freydoz en el área de Salud Mental del Hospital de Cipolletti", que se había dispuesto el 27 de enero del año pasado, a menos de un mes de cometido el asesinato. Puntualmente los jueces concluyeron que "ya no están vigentes las razones que aconsejaron la internación hospitalaria".
La segunda determinación fue: "Disponer que Freydoz, sobre quien pesa una prisión preventiva y una condena no firme, sea internada sin dilación en el Establecimiento de Ejecución Penal Nº 2". Ese establecimiento, cabe señalar, está integrado por la ex Alcaidía de calle Maipú, en la zona norte de Roca, y el anexo conocido como "ex Maruchito", una precaria edificación sobre la calle Alfredo Palacios que años atrás fue una cárcel de menores y ahora aloja a mujeres procesadas y condenadas por la justicia rionegrina y a algunos hombres con especiales condiciones de detención.
El tercer punto del fallo fue que la viuda de Soria siga recibiendo "tratamiento psicológico – psiquiátrico en forma ambulatoria", disponiendo que "por razones de jurisdicción sanitaria" se haga con intervención del hospital de Roca. A las autoridades del nosocomio les impusieron informar "periódicamente al Tribunal" sobre la evolución del cuadro.(AC/Redacción Central)