Le arrojaron basura. También ingresaron en el domicilio de una funcionaria y amenazaron a la hija de un concejal. El jefe comunal dijo que los agresores trabajan en la planta cloacal y en el área de barrido.
Neuquén > La crisis que vive Plottier derivó ayer en otro episodio de violencia. Un grupo de personas arrojó basura y provocó destrozos en los domicilios del intendente Andrés Peressini y de su secretaria privada, Juanita Arias, el miércoles por la noche. La vivienda de esta última fue violentada y su marido, que intentó evitar el ingreso al interior de la propiedad, denunció haber sido golpeado.
El hecho fue catalogado como un “acto vandálico” por el Ejecutivo, donde aseguraron que no hay detrás reclamos sindicales, sino que son “patotas”. Los gremios salieron rápidamente a despegarse de la situación y aseguraron que no participaron de ninguno de los episodios.
“Son empleados de la planta cloacal y del sector de barrido”, dijo Peressini, quien confirmó que no se trató de referentes gremiales, sino de un grupo que “tiene una relación con el ex intendente interino, Lucio Parra”.
También contó que la hija de un concejal recibió dos amenazas en un día. “Gente en moto la amedrentó por el accionar de su padre”, contó, aunque prefirió no revelar el nombre del edil. Fuentes policiales confirmaron la amenaza, relacionada con el trabajo de su padre, y un robo posterior.
Vínculo
“Es un grupo patoteril que viene de la gestión de Sergio Gallia. Estaba destinado a recibir dinero y con nosotros se acabó la cometa”, denunció por su parte Arias, a cargo de la Secretaría de Gobierno, tras la renuncia de Gerardo Cugliandolo. La funcionaria despegó a los gremios del hecho y detalló que los agresores fueron denunciados "con nombre y apellido” y los hizo responsables de cualquier cosa que pudiera pasarle a ella y a sus hijos.
Arias contó que alrededor de las 23 del miércoles tomó conocimiento del ataque a la casa de Peressini y se dirigió hacia la vivienda, donde un grupo de 15 personas movilizadas en camionetas había arrojado basura.
“A los 15 minutos estaban haciendo lo mismo en la mía”, contó. Según narró, las personas involucradas arrancaron una de las hojas del portón de su garage y se metieron en su domicilio.
“Mi marido salió a pedirles que se vayan y a defender a mis hijos. Allí lo patearon y le provocaron una herida en el ojo. Tiraron piedras, botellas y basura”, dijo la funcionaria.
Contó que el día anterior hab{ia pedido custodia policial tras recibir amenazas en una visita a la planta cloacal y al sector de barrido, donde se desempeñarían los agresores.