Afectará a vecinos que viven en los faldeos del Curruhuinca.
Es por el peligro de deslaves y desmoronamientos.
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SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM)- Un informe preliminar "in voce" de expertos brasileños en obras geotécnicas, revela que al menos hay un punto de los faldeos en el que no alcanzarán las obras de remediación y se impondrá la relocalización de los pobladores, frente al grave riesgo de deslizamientos de rocas, desmoronamientos y deslaves.
Se trata de un sector de las laderas del cerro Curruhuinca, a la altura de la calle Sarmiento y sobre el sector de faldeos, según reveló el intendente Juan Fernández.
El jefe municipal dijo a la radio local FM de la Montaña, que ese es uno de los puntos más conflictivos de los relevamientos realizados, que alcanzaron también sectores de Los Radales, cerro Comandante Díaz y otros puntos considerados de riesgo potencial.
Fernández dijo que en el caso del Curruhuinca, sobre Sarmiento y Tres de Caballería, "son dos o tres las familias que habrá que relocalizar, porque la remediación es tan peligrosa como no hacer nada", producto de la extrema fragilidad que presenta el terreno en desnivel en ese sitio.
No obstante, el intendente Fernández aclaró que se trata de "un informe preliminar, y esperaremos el detalle escrito, para trabajar en consecuencia".
Como se apuntó, los expertos arribaron desde Brasil y pertenecen a la empresa Maccaferri, con sede en ese país, especializada en ingeniería estructural y geotécnica.
Entre sus labores destacan la ejecución de muros de contención en hormigón, gaviones, revestimiento de taludes y obras hidráulicas.
Pero como informó este diario, el municipio también gestiona la formalización de un convenio con el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar), que de hecho ya está trabajando en el acopio de documentación aportada por los organismos técnicos de la comuna, para luego realizar los estudios de rigor que permitirán confeccionar un mapeo de riesgos para San Martín de los Andes.
Especialistas brasileños
Ambas acciones derivadas de la visita de los especialistas brasileños y los acuerdos con el Segemar, tienen por inquietantes antecedentes los recientes desprendimientos de piedras y deslaves, que a poco estuvieron de provocar una tragedia en junio.
Por entonces, piedras de hasta 12.000 kilogramos se desprendieron de los faldeos que discurren al sur de la ruta 234, a unos cuatro kilómetros del casco histórico y uno de los sitios visitados ayer por los profesionales de Maccaferri.
Las rocas atravesaron un corralón de materiales provocando cuantiosos daños pero, por fortuna, sin provocar víctimas.
Los peñascos cruzaron el asfalto y terminaron a apenas unos metros del destacamento de la Policía de Tránsito.
Sin embargo, ese episodio estuvo precedido de otros, con recientes deslaves en las zonas de faldeos, y aumento de los riesgos en las laderas del Curruhuinca, que ahora fueron identificadas por los técnicos como las de más urgente intervención.
Esa necesidad ya había sido anticipada por la consultora "Halcrow", a propósito del Plan de Mejoramiento Barrial que se inició en 2004 sobre las laderas del Curruhuinca. En esa ocasión se detectaron amenazas ciertas de riesgo geológico.