Ocurrió en San Martín de los Andes. Los tres ocupantes del auto quedaron detenidos por tener LCD en el interior del rodado.
San Martín de los Andes > Un extraño episodio ocurrido ayer en el centro de esta ciudad terminó con tres personas con antecedentes penales detenidas, y tres estampillas de LCD secuestradas.
Todo comenzó cuando tres hombres estacionaron su vehículo enfrente de una obra en construcción en el centro y se retiraron del lugar.
Por motivos que se investigan, los operarios de la obra tocaron sin intención alguna el automóvil en cuestión, produciéndole una abolladura.
Al regresar y ver el auto dañado, los tres individuos, comenzaron a vociferar mostrando su disgusto por dicha situación ante los operarios.
Como el tema empezó a pasar a mayores, los obreros decidieron llamar a la Policía, cuyos efectivos al llegar y ver el estado de alteración en que se encontraban los tres individuos decidieron trasladarlos a la dependencia policial.
Una vez allí, y al ser requisados, se encontró entre sus pertenencias tres estampillas que resultaron sospechosas para los uniformados, por lo que decidieron llamar a los integrantes de la Brigada y realizar las pruebas correspondientes, determinándose que se trataba de tres estampillas de LCD, una droga poco habitual en la ciudad.
De Buenos Aires
Tras las primeras averiguaciones, se determinó que los hombres poseían antecedentes policiales, que son oriundos de Buenos Aires y que uno de ellos reside en esta ciudad.
En medio de las diligencias policiales, uno de los individuos en cuestión intentó “sobornar a los uniformados ofreciendo 10 mil pesos que tenía en su cabaña”, según indicaron fuentes cercanas a la causa.
Las mismas fuentes dijeron además que “ante la negativa del oficial a cargo y el aviso de que también se le iniciaría una causa por intento de soborno, el hombre habría dicho “que no hacía falta llegar a esa instancia que él pertenecía a La Cámpora y que si le permitían llamaba a Aníbal Fernández y todo se arreglaba en 10 minutos”. Algo que finalmente no se concretó.
Al cierre de este despacho los hombres aún permanecían demorados en dependencias policiales.