NEUQUÉN (AN).- Durante un acto en el extremo oeste de la ciudad de Neuquén y, en el que inusualmente coparon las primeras filas las banderas de una agrupación interna del partido provincial (ver aparte), el gobernador Jorge Sapag, blanqueó ayer su proyecto de re-reelección, insinuado en encuentros anteriores.
"En estos primeros cuatro años y medio hemos sentado las bases para los próximos tres años y medio y, porqué no, para los próximos siete años y medio de gobierno para llevar adelante la tarea que tenemos que realizar", aseguró Sapag.
Acompañado de la vicegobernador Ana Pechen y de gran parte de su gabinete, destacó que "estamos hablando de trabajar en forma continua, de ocho o doce años de trabajo continuo, sin importar quién gobierna y quien está al frente de las decisiones, sino con un trabajo de base".
Sapag planteó de esta forma la posibilidad de lanzarse hacia un tercer mandato provincial, impedido actualmente por la Constitución. Lo hizo durante una recorrida de obra por la construcción de 200 planteas con servicios en Cuenca XVI, sobre un total proyectado de 900.
El mandatario fue más allá, y ante los cuestionamientos de "adversarios y dirigentes gremiales", adelantó que hoy brindará un detallado informe de las acciones hechas y las que se están realizando durante la ceremonia oficial por el aniversario de la capital neuquina, con cuyo intendente, Horacio Quiroga, tuvo duros cruces la semana pasada. En ese sentido, el mandatario destacó que "quienes tenemos la responsabilidad de gobernar tenemos que hacerlo sin competir entre nosotros por las próximas elecciones sino pensando en las próximas generaciones".
Ante el inicio de un nuevo abanico de medidas de fuerza por parte de los gremios estatales que reclaman una recomposición salarial, Sapag remarcó la necesidad de trabajar por la paz social. Sin embargo, arremetió contra quienes lo acusan de no estar gobernando y aseguró que "invitamos a estos dirigentes a que sepan lo que es estar al lado del pueblo y no en un café hablando pavadas".
Sapag le pidió a sus "rivales políticos y gremiales" que dejen "de pensar en mí como una persona a la que hay que atacar para crecer políticamente de cara al 2015, porque nuestros adversarios son los problemas no las personas".
Más adelante destacó que "por eso le mando un abrazo fraterno a todos mis adversarios, un abrazo fraterno a todos los dirigentes sindicales, y a cada ciudadano y ciudadana de la ciudad en su aniversario".