Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

Ni canillas ni pinceles

Las trabas a las importaciones afectan rubros impensados. Plomería, pinturas y electricidad enfrentan carencias de todo tipo. Faltan cubiertas y autopartes para varias marcas de vehículos.

Las restricciones al ingreso de productos importados o a algunos de los componentes con que se fabrican, están generando faltantes en rubros inimaginables. No se consiguen productos clave de plomería, en electricidad y hasta en las pinturas.
Por ejemplo, el efecto del cierre al ingreso de productos importados dejó a los vendedores del rubro plomería sin canillas, partes de flotantes, sin mangueras perforadas para riego, sin cintas aisladoras de determinada calidad, faltan candados, que si bien se fabrican en Argentina, son muchísimos más caros. Pero el colmo es que ni siquiera pinceles de alta calidad se consiguen porque en esa gama la mayoría son importados.

Las fábricas locales que pueden reemplazar a los proveedores de importados, no dan abasto (en parte porque no han invertido en sus fábricas para un aumento de demanda), o se encuentran conque también sufren el freno a las importaciones de algunos de los componentes de su producto. Es decir, un objeto industria argentina puede tener alguna pieza o componente que sea importado. De este modo, las restricciones tocan también a los fabricantes.
Existen casos donde las fábricas argentinas no dependen de los componentes importados, pero su capacidad de producción no alcanza para satisfacer la demanda creciente.
Como la gente se quedó sin opciones y sin mucho para elegir, termina comprando industria argentina, cuando ésta está en condiciones de cubrir esos baches. Y si no se consigue se las ingenian, como en el caso de las mangueras para riego por goteo, donde los mismos comerciantes se encargan de hacerle los agujeritos que normalmente vienen de fábrica.
Lo peor del caso es que muchísimos de los productos faltantes están esperando entre miles de contenedores a que la Aduana los autorice a ingresar al país, hecho que se produce a cuentagotas.
Según los testimonios, un producto puede esperar hasta 90 días o más en Aduana hasta que efectivamente se autorice su ingreso.
Es llamativo también que muchos de los consultados hayan optado por preservar su nombre, quizá por temor a las reacciones del gobierno ante las críticas.
En el rubro electricidad no hablan tanto de faltantes, pero sí de enormes demoras en recibir un pedido. Lo que antes demoraba en el peor de los casos una semana, ahora tarda 45 ó 60 días y hasta 90 días. No es que antes llegaban en una semana desde donde se importaran. El proveedor tenía stock y podía reponer permanentemente. Ahora venden y esperan, por lo tanto el comercio minorista también vende y espera porque no logra mantener el stock.
Llegan con mucha demora las luces de emergencia con leds, faltan algunos componentes muy específicos del sector y una cinta aisladora muy demandada, de origen japonés, directamente no se consigue.
El efecto secundario de todo esto indica que no sólo se afecta la provisión sino también la calidad. Un candado de media o mala calidad que antes no compraba mucha gente, pero se importaba por millones, ahora es el más vendido porque con todo este fenómeno terminó siendo el más accesible. Antes en una misma medida se conseguía de 20, 30, 40 y 50 pesos. Ahora no sólo subieron sus precios, sino que se consigue sólo el más barato y el más caro. La gente se quedó sin opciones y lo que es peor, sin opciones de calidad.
No alcanzan las estrategias de los comerciantes y se están acostumbrando a decir "no hay".
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