Breve Reseña

Esta emisora de radio nace por una necesidad de comunicación que tenía la zona de Piedra del Aguila y sus alrededores.
Por aquellos tiempos un soñador llamado Oscar Isaac Lillo emitía por primera vez un 13 de octubre de 1986, la radio experimental Piedra del Aguila en amplitud modulada.
El objetivo siempre fue servir a las instituciones, destacar los parajes, sus pobladores (que por diversos motivos aun continuan aislados en zonas rurales), el mensaje comunitario, el llamado urgente etc., son frases que se destacan en la actualidad.
Los pobladores de estos lugares siempre están espectantes de la información y diversos acontecimientos que se producen en la localidad, en el País y el exterior debido a la cambiente realidad actual.
Hoy el medio de comunicacion va actualizandose tecnologicamente de acuerdo a las innovaciones que se producen en el campo de la radiodifusión.

El ADN de nuestro rock

Por Roberto Aguirre

Hay un lugar común al hablar de Spinetta. Suele decirse que su música es para pocos, que es una suerte de elite dentro de ese catálogo que conocemos como Rock Nacional. Nada más injusto y lejano a lo real. El flaco es popular. Popular, que no es lo mismo que masivo. Lo fue cada vez que en un fogón se cantó “Muchacha”, pero también con la poesía más simbolista y compleja de "Cantata de puentes amarillos" o el lirismo infinito de "Los libros de la buena memoria".

El flaco es popular no por la cantidad de gente que escuchó su música o por los discos que vendió. Lo es porque influyó en todos los que alguna vez cantaron rock en español. Nadie renegó jamás de su herencia. Su arte fue ubicuo, se convirtió en un faro de los que vinieron después y de los que vendrán ahora. Desde el pop más marketinero de Miranda! a la poesía urbana del Indio Solari, desde el folklore-rock hasta las fusiones con el jazz. Todos le deben algo a Spinetta. Cada vez que se le dé play a un CD de cualquier artista que forme parte del universo rock-argentino, el flaco estará detrás, porque forma parte del eslabón más fundamental de su ADN.
El Flaco, que supo dar clases magistrales de armonía sin haber estudiado música. El Flaco, al que la prensa canalla le contó las costillas cuando su cuerpo lo abandonaba de a poco. El Flaco, que destinó sus últimas horas como un Quijote frente a las muertes absurdas provocadas por la imprudencia al volante. El Flaco, que en 1969, cuando los Beatles grababan Abbey Road, editaba con  Almendra "El hombre de la tapa", y abría una historia nueva para el cancionero nacional. 
Ese flaco, el que te cambia la vida. Porque con Spinetta no hay medias tintas: su música es un antes y un después, una bisagra para el alma. Querido flaco, flaco nuestro, donde quiera que vayas, “descálzate en al aire, para ir”.