A un comerciante oriental, con negocio en el Bajo, le exigieron 50.000 dólares.La Justicia investiga y le solicitó a la policía que dispusiera su custodia.
NEUQUÉN (AN).- Una célula de la mafia china porteña comenzó a accionar en la capital neuquina y le exigió a un comerciante oriental, que tiene negocio en la zona del Bajo, la suma de 50.000 dólares para que pueda "trabajar tranquilo". El hombre se negó a pagar y denunció el caso ante uno de los equipos fiscales de la justicia local que hace un par de días ordenó la custodia del comerciante.
El caso, que se maneja bajo absoluto hermetismo, arrancó en términos legales a mediados de noviembre cuando el dueño de una cadena de restaurantes, uno en Bahía Blanca y otro en Neuquén, se acercó hasta la sede de la Fiscalía General a radicar la denuncia.
El comerciante chino tiene 34 años y lleva tiempo radicado en el país y su emprendimiento gastronómico desembarcó en la capital neuquina a fines de la década pasada.
De acuerdo a la información que logró filtrar "Río Negro", el propietario del comercio comenzó a recibir llamados desde Buenos Aires de un grupo de compatriotas que conocían su emprendimiento y le exigían 50.000 dólares como canon para "trabajar tranquilo" y bajo su supuesta protección.
Las llamadas fueron cada vez más recurrentes y ante la negativa del hombre a pagar recibió amenazas directas contra su vida y la de su familia.
Ante este escenario el hombre radicó la denuncia que quedó en manos del Equipo Fiscal Nº 4. En cuestión de días los fiscales solicitaron cooperación al área de Seguridad Personal de la policía neuquina para llevar adelante la investigación.
Posterior a la denuncia el comerciante no volvió a recibir llamadas de la mafia china hasta la noche del viernes 25 de noviembre. Según consta en el expediente el hombre se encontraba atendiendo la caja registradora de su restaurante cuando tres ciudadanos orientales se le acercaron y hablando en su lengua madre le entregaron un papel con un número telefónico al que le pidieron que llamara.
El comerciante, creyendo que hacía un favor a sus coterráneos, llamó y del otro lado de la línea le recordaron que tenía que concretar el pago estipulado en 50.000 dólares.
De inmediato cortó la comunicación y dio aviso a un par de adicionales de la policía que hacen vigilancia en el local. Los tres chinos fueron demorados y trasladados a comisaría segunda.
En la identificación de los sujetos se estableció que uno tenía residencia en el país con domicilio en el partido de La Matanza provincia de Buenos Aires. Los otros dos se encontraban en carácter de ilegales por lo que se le dio intervención a Migraciones que los intimó a regularizar su situación en 15 días.
Ante la carencia de elementos para retenerlos el juez de la causa debió liberarlo. Según pudo averiguar este medio los chinos que visitaron al comerciante sólo entregaron el papel y le dijeron que llamara. Esto para la justicia no confiere delito alguno ya que ni siquiera esgrimieron amenazas.
Los investigadores entienden que se trata de mandaderos de la mafia china que vinieron a demostrarle al hombre que están operando en la región. Por este motivo la Justicia le solicitó, a mediados de esta semana, a la Jefatura de Policía que disponga de un custodio para resguardar la vida del comerciante amenazado.
Si bien no ha recibido nuevas amenazas la policía y los fiscales continúan investigando.
NEUQUÉN (AN).- Una célula de la mafia china porteña comenzó a accionar en la capital neuquina y le exigió a un comerciante oriental, que tiene negocio en la zona del Bajo, la suma de 50.000 dólares para que pueda "trabajar tranquilo". El hombre se negó a pagar y denunció el caso ante uno de los equipos fiscales de la justicia local que hace un par de días ordenó la custodia del comerciante.
El caso, que se maneja bajo absoluto hermetismo, arrancó en términos legales a mediados de noviembre cuando el dueño de una cadena de restaurantes, uno en Bahía Blanca y otro en Neuquén, se acercó hasta la sede de la Fiscalía General a radicar la denuncia.
El comerciante chino tiene 34 años y lleva tiempo radicado en el país y su emprendimiento gastronómico desembarcó en la capital neuquina a fines de la década pasada.
De acuerdo a la información que logró filtrar "Río Negro", el propietario del comercio comenzó a recibir llamados desde Buenos Aires de un grupo de compatriotas que conocían su emprendimiento y le exigían 50.000 dólares como canon para "trabajar tranquilo" y bajo su supuesta protección.
Las llamadas fueron cada vez más recurrentes y ante la negativa del hombre a pagar recibió amenazas directas contra su vida y la de su familia.
Ante este escenario el hombre radicó la denuncia que quedó en manos del Equipo Fiscal Nº 4. En cuestión de días los fiscales solicitaron cooperación al área de Seguridad Personal de la policía neuquina para llevar adelante la investigación.
Posterior a la denuncia el comerciante no volvió a recibir llamadas de la mafia china hasta la noche del viernes 25 de noviembre. Según consta en el expediente el hombre se encontraba atendiendo la caja registradora de su restaurante cuando tres ciudadanos orientales se le acercaron y hablando en su lengua madre le entregaron un papel con un número telefónico al que le pidieron que llamara.
El comerciante, creyendo que hacía un favor a sus coterráneos, llamó y del otro lado de la línea le recordaron que tenía que concretar el pago estipulado en 50.000 dólares.
De inmediato cortó la comunicación y dio aviso a un par de adicionales de la policía que hacen vigilancia en el local. Los tres chinos fueron demorados y trasladados a comisaría segunda.
En la identificación de los sujetos se estableció que uno tenía residencia en el país con domicilio en el partido de La Matanza provincia de Buenos Aires. Los otros dos se encontraban en carácter de ilegales por lo que se le dio intervención a Migraciones que los intimó a regularizar su situación en 15 días.
Ante la carencia de elementos para retenerlos el juez de la causa debió liberarlo. Según pudo averiguar este medio los chinos que visitaron al comerciante sólo entregaron el papel y le dijeron que llamara. Esto para la justicia no confiere delito alguno ya que ni siquiera esgrimieron amenazas.
Los investigadores entienden que se trata de mandaderos de la mafia china que vinieron a demostrarle al hombre que están operando en la región. Por este motivo la Justicia le solicitó, a mediados de esta semana, a la Jefatura de Policía que disponga de un custodio para resguardar la vida del comerciante amenazado.
Si bien no ha recibido nuevas amenazas la policía y los fiscales continúan investigando.